El Espanyol, acompañado de 3.000 incondicionales, tomó aire con una victoria agónica en La Cerámica ante un Villarreal irregular en un choque marcado por el penalti y la expulsión de Javi López que puso el 1-2 en el marcador a media hora del final. Hasta entonces, el Espanyol, pese a llegar en puestos de descenso, fue superior, pero, tras esa acción, el Villarreal reaccionó y buscó el empate con alguna opción clara para lograrlo.

El Espanyol, de la mano de Abelardo, planteó el encuentro con cuatro defensas, tras renunciar a los tres centrales, por lo que David López formó en la medular hasta que, tras la expulsión de Javi López, el equipo volvió a situarse con tres hombres en el eje de la zaga tras la entrada de Calero.