"Hubo un momento, durante la tanda en que iban pasando lanzadores y aquello no se acababa. Entonces me crucé con Koke -portero del Deportivo- y le dije que íbamos a terminar tirando nosotros". No se quedó lejos el vaticinio del porriñés Brais Pereiro porque en el noveno lanzamiento de la tanda se puso fin al suspense. Unionistas acababa de eliminar de la Copa del Rey al Deportivo y abría de par en par la puerta a un hipotético enfrentamiento con uno de los grandes del fútbol español.
Brais Pereiro llegó a Salamanca hace unos meses para unirse a Unionistas, un club singular fundado hace solo seis años por un grupo de aficionados charros que trataban de defender el nombre y la historia de la vieja y extinta Unión Deportiva Salamanca. El club lo dirigen de forma democrática los propios aficionados bajo el lema "un socio, un voto" y su principal motivación es cuidar el legado de la Unión sin intención de suplantar o ocupar el espacio del histórico equipo desaparecido. El portero porriñés, tras dos temporadas en el Rápido de Bouzas donde fue el mejor portero de la categoría, se convirtió en uno de los grandes fichajes para esta temporada del equipo salmantino. El domingo vivió uno de sus mejores días desde que se puso esa camiseta por primera vez: "La verdad es que fue un subidón. Las cosas no nos estaban acabando de salir bien en la Liga aunque en el último mes y medio hemos enderezado el camino y este triunfo ha supuesto una alegría gigantesca para todos", explicaba ayer después de dirigir el entrenamiento de los jóvenes porteros del Unionistas a los que dedica parte de su tiempo.
El portero fue uno de los protagonistas del partido, con importantes paradas, y sobre todo en la tanda de penaltis que resolvió la clasificación de los salmantinos: "Estoy muy contento por el equipo. Llevamos el peso del partido, nos adelantamos y cuando el Deportivo nos igualó corríamos el peligro de que el equipo se cayese moralmente. Y no fue así. Seguimos peleando, apretando hasta que todo se resolvió en los penaltis". Explica Brais Pereiro que había hecho los deberes de cara a los lanzamientos decisivos: "Siempre existe la posibilidad de que una eliminatoria de esta clase, a un solo partido, acabe por resolverse en los penaltis. Habíamos estudiado a buena parte de los posibles lanzadores y la verdad es que además del parado a Goku toqué un par de lanzamentos más". El desenlace llegó en el noveno lanzamiento y en su cabeza ya rondaba "la posibilidad de que tuviésemos que tirar los porteros. Solo quedaba un compañero y yo. Y de verdad que ya había empezado a pensar en qué iba a hacer si me tocaba lanzar". Por fortuna llegó el fallo de Lampropoulos y José Angel acabó con la tortura y dejó al Deportivo en el camino. Brais lo celebró a lo grande, como una pequeña liberación tras una temporada complicada a nivel colectivo y también individual: "Estoy muy contento en Salamanca. He tenido momentos buenos y otros menos buenos. Me han dado algunos palos, pero me equivocaría si metiese la cabeza debajo de la tierra. Hay que levantarse al día siguiente, ponerte los guantes y vuelta a trabajar". El futbolista, pese a los rumores que han circulado por la ciudad en las últimas semanas, seguirá toda la temporada en Salamanca: "Lo tengo claro, no me muevo. El club acaba de fichar a Mario, otro portero, pero eso no cambia nada las cosas. Me comprometí en verano y no pienso cambiar de aires".
Brais vivirá este mediodía el sorteo con la ilusión de verse con uno de los grandes de Primera División (es uno de los ocho de Segunda B que pueden cruzarse con los que acaban de jugar la Supercopa en Arabia) aunque sin desviarse del objetivo primordial que es la Liga: "Nosotros estamos ya pensando en el partido que jugamos el miércoles contra el Barakaldo que es muy importante para salir de la zona de descenso que es donde estamos ahora mismo. La Copa es muy bonita y ojalá nos toque un equipo grande por lo que supondría para el club y para los aficionados a todos los niveles. Pero en nuestro vestuario todo el mundo tiene claro que la prioridad es el partido de Liga". Y como la mayoría del club tiene claro que aunque toque el Real Madrid o el Barcelona su deseo es que el choque se juegue en las pistas del Helmántico. El estadio grande es solo para el Salmantino, su rival y equipo que sí pretende apoderarse de los símbolos que un día pertenecieron a la Unión: "Nosotros queremos jugar delante de nuestra gente y en nuestro campo. El club hará todo lo posible para que sea así".
