El Celta Zorka Recalvi retoma la actividad liguera con la disputa en el pabellón de Navia de la última jornada de la primera vuelta del campeonato (18.30 horas en el pabellón de Navia). Será ante el colista de la competición, el Pozuelo, único equipo del grupo que todavía no conoce la victoria en el campeonato y que tiene la permanencia a cuatro victorias.

Las viguesas volvieron tras el parón navideño con ganas de recuperar el terreno perdido en la recta final del año pasado. Aún así, la última plaza de la fase de ascenso está a una victoria, por lo que dentro de lo malo hay que ver el vaso medio lleno. No hay que olvidarse de que la segunda vuelta que le espera al equipo es complicada, ya que tocará jugar ante los primeros clasificado lejos de Navia, y eso es una dificultad añadida. La presencia de los equipos madrileños ha elevado de forma exponencial el nivel del grupo, tal y como lo demuestra el hecho que de los siete equipos que están por encima de las viguesas en la clasificación, cuatros de ellos son madrileños, lo que provoca una situación muy diferente a la de la temporada pasada.

Nadie duda que la segunda vuelta va a exigir del equipo un esfuerzo extra para poder ocupar una de las plazas que clasifica para la fase de ascenso. Todas las jugadoras deberán dar el máximo en los próximos trece partidos y recuperar su mejor nivel de juego para cumplir el objetivo. Lo más positivo es que toda la plantilla sabe lo que tiene que hacer para que las cosas salgan bien, por lo que lo más complicado lo tienen hecho. Otra cosa es que la juventud del equipo le pase factura en los momentos claves de los partidos. Un hecho que debería no afectar demasiado después de lo que han vivido en las últimas dos temporadas, por lo que deberían estar curadas de espantos. Lo que sí es importante es que las jugadoras que tienen que echarse el equipo a su espalda recuperen el nivel y sean verdaderamente esas jugadoras que el equipo necesita en los momentos importantes de los encuentros, y que su paso no sea fugaz sin demostrar el nivel que han dado en las últimas temporadas. Tener la cabeza fría va a ser clave para poder recuperar el terreno perdido y volver a ser el equipo ambicioso de antaño.

El ejemplo que deben seguir las jugadoras viguesas es el del primer cuarto del partido del lunes pasado ante el Ensino en el memorial Paco Araújo. Se vio el mejor Celta Zorka Recalvi desde hace mucho tiempo, presionando en defensa, recuperando numerosos balones y saliendo con velocidad a la contra para conseguir varias canastas fáciles. Lógicamente es un ritmo de partido complicado de mantener durante los cuarenta minutos de juego, pero tampoco es para hacerlo en los primeros diez minutos y que después que desaparezca.

El equipo entrenado por Cristina Cantero jugará dos partidos seguidos en el pabellón de Navia por motivo del inicio de la segunda vuelta del campeonato. Si esta tarde las viguesas se miden al Pozuelo, la semana que viene llega a Navia el Arxil de Pontevedra, equipo que está con dos victorias de ventaja sobre los puestos de descenso, pero que siempre presenta una dura batalla cada vez que llega al pabellón de Navia.

Cantero contará con toda la plantilla para el partido de esta tarde ante las madrileñas. La entrenadora afirmaba, tras la conclusión del último entrenamiento de la semana: "Queremos empezar con buen pie el año. Creo que estamos trabajando bien, sabiendo dónde tenemos que mejorar, cuáles son nuestros puntos fuertes y cuáles no". Sobre el encuentro de esta tarde ante el Pozuelo, la entrenadora viguesa indicó que "es un partido para trabajar duro y no tener ninguna confianza. Ellas están compitiendo bien, pero les falta algo más de calidad para rematar. Destaco a las dos bases, Laura Velasco y Paloma González. Creo que son las que más generan para ellas mismas y para las demás. Sin embargo, tenemos que ser capaces de imponer nuestro juego y dominar físicamente el encuentro."