Gaspar puso pronto fin a su trayectoria como jugador, con apenas 32 años. Aunque representante farmacéutico de profesión, no ha permanecido en absoluto ajeno al deporte que lo apasiona. Ejerce como entrenador desde 2000. Dirigir fue una prolongación natural de la función que ya había comenzado a desempeñar en Vigo. Ha entrenado a los Mets de Gunaybo, tanto masculinos como femeninos, con cosecha de títulos y distinciones.

Porque Gaspar es una auténtica estrella del voleibol portorriqueño. Fue el primer boricua en disputar la Liga Mundial, como miembro del combinado de Estados Unidos entre 1990 y 1993 -ganó el bronce en 1992-. Ha sido seleccionador tanto a nivel masculino como femenino. "Es un equipo que ha tenido mejores resultados que el masculino", comenta sobre esta última experiencia. "La competencia a nivel masculino es más fuerte, pero el programa femenino en Puerto Rico es muy bueno, reconocido no solamente ya en la zona del Caribe sino a nivel mundial". Acaba de ser contratado por el Indias de Mayagüez, con el que iniciará la pretemporada el 7 de enero, al día siguiente de regresar de su nostálgico descanso gallego.

En Vigo, además de recuerdos y gestas, ha plantado semilla. En un club de escasos extranjeros, los boricuas dominan. Tras él llegaron Jorge Alfonso y Alexis Matías. Hoy Luis Daniel Toledo y Carlos Mangual visten la casaca rojinegra gracias a un programa de promoción de talentos. Gaspar se declara "contento de que los portorriqueños sigan viniendo a Vigo. Sería bonito que más pudiesen desarrollar su carrera como voleibolistas en España".