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ciclismo

El sueño del kilómetro 4.307

Samuel Blanco se concede una oportunidad "a cara o cruz" en 2020 y ficha por el Super Froiz en busca del regreso a profesionales

Blanco, con el oro en el Gallego de Contrarreloj.

Samuel Blanco Pol, tras un tortuoso proceso de reflexión, competirá en el pelotón élite amateur en 2020. El redondelano volverá a enfundarse el maillot del Supermercados Froiz, como en 2015. Dolido con el silencio del teléfono, tras una temporada excelente, es "la última oportunidad" que se concede para instalarse entre los profesionales. Anuncia: "Si sale, sale; si no, tampoco voy a estar perdiendo salud y años de mi vida en esto". Pero una vez decidido, aparca la amargura y afronta este "cara o cruz" con la máxima ambición. La escuadra "alimenticia" cierra así su plantilla de 18 corredores, firmando a un reemplazo de calidad para Jesús Arozamena.

El tinerfeño Arozamena ha conseguido precisamente aquello que Blanco tanto anhela: un contrato con un equipo de categoría Continental, el portugués Vito-Feirense. El subcampeón de España recibió la oferta a mediados de diciembre y el director deportivo del Froiz, Evaristo Portela, ha facilitado su marcha. La aparición de Blanco en el mercado, una vez que ha apostado por proseguir con su carrera, ha permitido cuadrar tiempos y necesidades. Blanco, que debutó como amateur en el Club Ciclista Vigués, ha militado en las principales escuadras gallegas: el Rías Baixas (cuarto en el ranking nacional del pasado mes de noviembre), en 2016 y 2019, y el Alumnios Cortizo (sexto), en 2018, además de sus dos etapas en el Froiz (tercero).

Los rankings son otra espina que se le clava a Samuel Blanco cuando reflexiona sobre su ausencia de oportunidades en el campo profesional. Arozamena, por ejemplo, acabó noviembre en la 19ª posición del escalafón de ruta, con 504 puntos; Blanco ha sido cuarto, con 1.219. El redondelano ha sido el único entre los ocho primeros que no se ha hecho un hueco en profesionales en 2020, además de Jorge Martín. Este puede encontrar la razón en sus 36 años. Para Blanco, sus primaverales 25 deberían suponer incluso un acicate para los posibles pretendientes.

"¿Por qué? Es la pregunta que más me he hecho durante este tiempo. El año había sido muy bueno", admite al evaluar esa falta de oportunidades. Su rendimiento en el Vigo-Rias Baixas durante 2019, que incluyó el título gallego en contrarreloj, se antojaba el adecuado para recibir la llamada profesional. Se lo han asegurado incluso compañeros de entrenamiento como Alex Marque, Gustavo Veloso o Ángel Sánchez, gente de oficio y experiencia. Pero los contactos han sido escasos, sin llegar a cuajar. Blanco prefiere asumir la situación sin más cavilaciones: "He llegado a la conclusión de que no iba a encontrarle respuesta. Es algo circunstancial, estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. No tengo que darle más vueltas, sino continuar para adelante. Si te pones a comerte la cabeza, no vas a ganar nada. Solo perderás las ganas y todo".

Samuel Blanco ya ha ejercido como profesional. Sucedió en 2017, como miembro de plantilla del Aluminios-Metalusa Black Jack, en una fase marcada por una fractura de clavícula (21 días y 3.085 kilómetros de competición); también en 2018, cuando el Liberty Seguros lo fichó como refuerzo puntual para la Volta a Portugal, donde enseñó rueda en las fugas antes de retirarse por problemas de salud (8 días y 1.221 kilómetros). En total, acumula 29 días y 4.306 kilómetros como profesional. Una cuenta que confiaba en engordar de manera inmediata.

"No ha podido ser", se resigna finalmente. Una áspera certeza que lo situó ante la encrucijada de la retirada. "Lo dudé durante un tiempo. Lo pensé bien. Me planteé si tenía la suficiente motivación para continuar en amateur un año más, si tenía las ganas para volver a hacer lo mismo o mejor. El objetivo debería ser otra vez subir. Me paré a pensarlo".

Al final, ha encontrado en su interior las fuerzas necesarias para lanzar ese último asalto a su sueño desde las filas del Super Froiz. Explica su elección: "Es un equipo cerca de casa, de estructura grande y mucha calidad en su plantilla. Quiero disputar las vueltas y ganarlas. Con una plantilla buena y completa es mucho más sencillo. Ahora tengo que cumplir yo mi parte, dar el nivel que me piden. Y si es así, ellos me podrán echar la mano que debería tener un líder". Volta a Coruña, Vuelta a Zamora, Volta a Galicia y los Campeonatos de España son las principales citas que la formación pontevedresa se ha marcado en su calendario.

Samuel Blanco, campeón de la Volta a Galicia en 2016, se muestra rotundo en su reto, tan brutalmente honesto en su proclamación pública como consigo mismo: "Este año me lo tomo a cara o cruz, sin presión, pero a hacerlo bien. Si sale, sale; si no, tampoco voy a estar perdiendo salud y años de mi vida en esto. Al gustarme tanto el ciclismo y constituir una pasión, tiene que darte también un poco de beneficio. No puedes vivir del aire".

Será al cabo de 2020 cuando volverá a observar con esperanza su teléfono; puede que antes, como cuando el Liberty lo reclutó a mitad de campaña. "Podría pasar perfectamente", concluye. "Es lo que quiero, a mitad de año o cuando sea, pero no lo decido yo. Seguiré haciendo mi labor lo mejor que pueda hasta que aparezca la oportunidad".

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