La selección española femenina volverá a pelear, ocho años después, por las medallas en un Mundial, tras lograr la clasificación para las semifinales del Mundial de Japón, gracias al triunfo (26-23) de Montenegro sobre Suecia.

El conjunto español, que cayó por 26-36 ante Rusia, necesitaba que la selección sueca no venciese a Montenegro para poder acceder a las semifinales del torneo. Una posibilidad que comenzó a tomar forma gracias a los tres goles de ventaja (19-16) con los que el conjunto balcánico superó el ecuador del segundo tiempo.

Diferencia que el equipo montenegrino, que se jugaba asegurarse un puesto en los torneos preolímpicos, logró conservar gracias a la sobresaliente actuación de Batinovic. La portera encarriló definitivamente el triunfo balcánico con una parada en un contraataque a poco más de minuto y medio.

La selección española tuvo que recurrir al auxilio montenegrino al caer por 26-36 ante Rusia, dirigida por el español Ambros Martín. Las de Carlos Viver aguantaron apenas un par de minutos, el tiempo que necesitó la selección rusa en engrasar los engranajes del auténtico rodillo en el que se ha convertido.

Y es que en un visto y no visto, España pasó de ganar por 2-0 a verse con 2-5 adverso en el marcador. Un circunstancia que obligó al técnico español a solicitar con urgencia un tiempo muerto, temeroso de que el partido se acabase para las "Guerreras" apenas recién iniciado.

"Tenemos que jugar largo. No vamos a lograrlo a la primera", recalcaba un Viver, que trataba de serenar las acciones ofensivas del equipo español. Una calma que nunca llegó, ya que cuando España no se precipitó en buscar a la pivote Ainhoa Hernández sin mover previamente a la defensa rusa, se emperró en apresurados lanzamientos que sólo sirvieron para hacer crecer la desventaja.

Y es que ayer nada funcionó en el equipo español, ni el ataque, ni la defensa, donde las "Guerreras" carecieron de la agresividad y de las piernas necesarias para contener a las jugadoras rusas. Especialmente a las laterales Anna Vyakhireva y Yaroslava Frolova que no encontraron la más mínima oposición para culminar en gol cada una de sus trayectorias largas.

Pese a todo, España no se rindió y base de acciones individuales, especialmente de Alexandrina Cabral, trató de no descolgarse definitivamente del encuentro. Un argumento demasiado escaso para contener al poderoso equipo ruso, que se disparó en el marcador con la irrupción en la segunda mitad de la portera Anna Sedoykina, que con sus intervenciones acabó de hundir al conjunto español.

Horarios

Pero la victoria de Montenegro llevó la alegría al equipo español en su hotel de concentración. Las de Viver se medirán mañana (12.30) a Noruega, vigente subcampeona mundial, mientras que Rusia y Holanda se jugarán el otro puesto en la final (9.30).