El juez ha absuelto a los 36 jugadores acusados de un delito de corrupción deportiva por un supuesto amaño del partido Levante-Zaragoza en la última jornada de la temporada 2010-2011, por considerar que no está probado que un trasvase de 1,7 millones de euros del Zaragoza estuviera destinado a los jugadores.

La sentencia del Juzgado de lo Penal número 7 de Valencia sí ha condenado a un año y tres meses de prisión a dos exdirectivos del club aragonés por falsedad documental vinculada al movimiento de esa partida de 1,7 millones. Se trata del expresidente del Zaragoza Agapito Iglesias, así como el exdirector financiero del club maño Javier Porquera, por alterar las nóminas de los jugadores para ocultar el destino de esos 1,7 millones de euros, que sacaron de la entidad ante su inminente entrada en concurso de acreedores.

El juez apunta que no puede darse por probado que el destino de ese dinero fueran los jugadores del Levante. Por tanto, el fallo de la primera macro causa por un delito de estas características en España rechaza que el partido estuviera amañado y que los jugadores del Levante percibieran una cantidad próxima a los 1,7 millones de euros para dejarse ganar.

De esta forma los 36 exfutbolistas de Zaragoza y Levante, entre los que se encuentran algunos todavía en activo como Ander Herrera, Vicente Iborra, Cristian Stuani y Gabi Hernández, así como el actual entrenador del Leganés, el mexicano Javier Aguirre, han quedado absueltos de un delito que les podía haber acarreado además su inhabilitación deportiva.

La sentencia admite que los movimientos de cuenta de los jugadores del Levante son un indicio que permite sostener la acusación, pero entiende que no resultan "suficientes" para ser una prueba del fraude deportivo.

Explica que las tesis de las acusaciones se apoyan en el testimonio del denunciante, el actual presidente de la Liga (LFP), Javier Tebas, el informe estadístico de esta entidad sobre el partido y el informe de la Agencia Tributaria que apuntaba a un descenso de las extracciones de dinero en efectivo y de pago con tarjeta de los jugadores del Levante. De este modo, asume que el elemento central es el de los informes de la Agencia, de los que admite que "constituyen un indicio incriminatorio válido del posible amaño del partido, ya que revelan cambios del patrón de gasto y consumo de la mayor parte de los jugadores del Levante acusados en esta causa".

La sentencia admite que para justificarlos "se habrían ofrecido, en muchos casos, explicaciones insuficientes o no justificadas y que en cualquier caso, valoradas de forma integral, revelan cambios de comportamiento generalizados y análogos que resultan compatibles con la recepción de dinero en efectivo en fechas próximas a la disputa del partido contra el Zaragoza, que es la tesis que mantienen las acusaciones". Pero agrega que, aun constituyendo un "indicio global válido" para sostener una posible acusación, no resulta "suficiente" para que se pueda afirmar "sin ningún género de dudas" que constituye una prueba suficiente del fraude ni de la participación de los acusados.

La sentencia desacredita la información aportada por el "misterioso confidente" del presidente de la Liga, entre otras cosas porque hablaba de Javier Paredes como capitán del Zaragoza cuando no lo era.

El juez dice que el "punto más débil de las acusaciones" es el de "probar la participación directa y eficaz de todos los acusados en el supuesto amaño", algo que cree que "no se ha probado".

El excapitán del Levante Sergio Ballesteros, uno de los 42 acusados por el presunto amaño, ha señalado a la salida del juzgado que el presidente de la LFP "ha hecho daño a mucha gente" con la denuncia que presentó en marzo de 2013.