Feliz, radiante. Así estaba Celso Comesaña tras cruzar la meta y tomar el relevo de Gonzalo Basconcelo (que se impuso en las cuatro ediciones anteriores) como vencedor absoluto de la Invasión Celeste. "Salimos bastante rápido al principio hasta que Josue Moreno (segundo clasificado) me empezó a apretar", indica Comesaña, que quiso optar por la prudencia porque "con el barro estaba difícil la cosa y a falta de un kilómetro ya me escapé y traté de mantener la distancia", rememora.

Fue en el kilómetro 6 donde lanzó su ataque definitivo. Pese a la lluvia, se mantuvo siempre en cabeza: "El barro, en el paseo del Lagares, fue lo más complicado porque estaba un poco resbaladizo, pero por lo demás, estuvo muy bien".

El ganador asegura que "empezar y acabar en Balaídos es muy especial y hace que sepa distinta la victoria" y cierra así un año muy especial en el que, además, ha tenido la ocasión de competir en un Mundial de atletismo adaptado como guía de Susana Rodríguez. "Volví de Dubái con buenas sensaciones y seguí entrenando, no paré y la verdad es que me encuentro muy bien y a ver el año que viene qué tal", indica.

Ahora toca ya el momento de descansar y pensar ya en los retos del próximo año. "Ya he empezado a entrenar con Susana y en marzo nos iremos a Dubái otra vez. Va a ser un año importante y la verdad es que estamos muy motivados los dos", concluye.