La retirada de su líder, el joven Ouassim Oumaiz, poco antes de entrar en la última vuelta de la carrera sénior masculina de los Europeos de cross no impidió que el equipo español subiera al podio para colgarse la medalla de bronce.

Antonio Abadía (undécimo), Carlos Mayo (decimocuarto) y Fernando Carro (vigésimo) dieron a España 45 puntos que la situaron sólo por detrás de Gran Bretana (36) y Bélgica (38), en una carrera de 10.225 metros que registró el triunfo de Robel Fsiha, nacido en Eritrea e instalado en Suecia hace seis años.

Sobre el circuito de hierba blanda del Bela Vista Park, cerca de la desembocadura del Tajo en el Atlántico, defendía título el Ingebrigtsen de en medio, Philip, campeón de Europa de 1.500 en pista hace tres años, pero el noruego, a diferencia de su hermano pequeño Jakob en la rama sub-20, estuvo lejos de repetir victoria. Terminó duodécimo, justo por detrás de Toni Abadía.

Por su parte, el equipo español de relevos cedió a Gran Bretaña el título de campeón de Europa de cross y se quedó a seis segundos del podio, que ocuparon, además, Bielorrusia y Francia.

Repetían en el equipo español las dos mujeres -Solange Pereira y Esther Guerrero- que se colgaron el oro el año pasado en Tilburgo (Holanda) y debutaban Pablo y Sergio, hijos de dos grandes exatletas, Paco Sánchez Vargas y Anacleto Jiménez. A cargo de la primera posta, Pereira entregó tercera (por detrás de la británica y de la bielorrusa), a Sergio Jiménez, que pasó el testigo en la misma posición a Esther Guerrero. La catalana perdió al principio dos posiciones, pero reaccionó para entregar también tercera a Pablo Sánchez, pero el granadino no pudo mantenerse en situación de podio y cedió por escaso margen la medalla.