Mayra Rodríguez divide sus afectos entre dos camisetas: la del Sárdoma de fútbol y la del Balaídos de fútbol sala. Su pasión es la misma para cada una de ellas, aunque sus inicios con el balón se dieron en el fútbol once. Su idilio con el fútbol sala es más reciente, como un año y medio, aunque ahora confiesa que no se plantea dejarlo.
Así que la futbolista hace auténticos números para cuadrar sus entrenamientos y sus partidos. Todo con el beneplácito de sus respectivos clubes. La jugadora, de origen argentino, cumple su tercera temporada en el Sárdoma de Primera Nacional femenina, donde ocupa la posición de "lateral izquierdo o de extremo", matiza.
Aunque ya lleva unos 14 años en España, recuerda de forma nítida sus tardes jugando al fútbol siendo niña,"en la calle". Fue en La Guía, con niños, donde empezó a jugar de forma "oficial", como ella dice. Después, una colección de destinos. "El Olivo B, Telmo Peluqueros, Castrelos y luego Bértola", enumera. Fue en el equipo de Vilaboa donde llegó a una Segunda División que ya no existe hoy en día, pero que hizo que el Sárdoma se fijara en ella.
"A mí siempre me gustó mucho el fútbol once, es lo que más me gusta", reconoce. Aunque no podría renunciar a su nuevo descubrimiento: "El año pasado empecé por el fútbol sala. Fue por mi familia. Me metieron el gusanillo de probar y entré. Ahora ya no salgo más", segura.
Precisamente, fue su cuñada, la también futbolista Andrea Rodríguez, la que me animó. "Llevaba en el equipo mucho tiempo y se quedó embarazada, como necesitaban gente en el equipo me vinieron a decir que probara y que fichara con ellas", dice Mayra. No le costó decidirse: "Como ya había ido a torneos de verano con ellas, como la Vigo Cup, ya las conocía un poco y acepté".
Y entonces, su pasión por el fútbol se multiplicó por dos. "Hasta ese momento nunca había jugado al fútbol sala", reconoce. Ahora lo complicado es compaginar entrenamientos y partidos, algo que hasta la fecha no le había resultado demasiado complicado. El problema es que ha empezado a trabajar y ya no le será tan fácil. "Hace dos jornadas me coincidió que tenía que jugar con el Sárdoma en A Coruña y al mismo horario tenía que jugar en Vigo con el Balaídos", sostiene. Tuvo que decidir. "Una vez voy con un equipo y, al siguiente fin de semana que pase lo mismo, con el otro", indica. La pasada jornada, en la que ya estaba trabajando, la decisión fue más fácil. El Sárdoma jugaba en Gijón, un desplazamiento que ella no pudo realizar por motivos laborales, así que se quedó en Vigo y formó con el Balaídos. "Ganamos 2-6 ante el Bembrive", festeja. "Empezamos perdiendo 2-0 al descanso y en la segunda parte remontamos", festeja. La alegría fue doble porque el Sárdoma también ganó en su desplazamiento: se impuso por 0-2 en el Federativo de Roces.
"Cuando hablé con el entrenador actual del Sárdoma le conté mi situación, y lo entendió bien. Le fastidiará como a todo entrenador, pero es entendible", dice la jugadora, que apunta que a veces, en su decisión, puede pesar también la situación del equipo en la tabla, lo que se estén jugando o la entidad del rival.
"Ahora estoy muy enganchada tanto al fútbol como al fútbol sala", insiste. Además, cree que esa dualidad le beneficia porque "desde que hago fútbol sala, sobre todo en el tema individual, tengo más el balón en los pies".
En cuanto a la situación del Sárdoma esta temporada, Mayra indica que "este año lo único que queríamos, que creo que se está cumpliendo, era que las cosas fueran mejor que el pasado", confiesa. "La pasada fue una temporada mala y nuestro objetivo es mejorarla y quedar lo más arriba posible en el tabla, trabajando duro", anhela. Tras la victoria del equipo de Víctor González en Gijón por 0-2, son sextas en la tabla, con 19 puntos. Una situación claramente mejor a la de la campaña anterior.
En el Balaídos, que milita en Primera Gallega, las cosas también marchan viento en popa. "La pasada jornada le ganamos 2-6 al Bembrive", festeja. "Nuestro objetivo será luchar al máximo para ver si este año podemos ganar la liga", anuncia. "Ya el año pasado estuvimos a punto de ganarla, pero una derrota ante el Bueu en el penúltimo partido nos hizo despedirnos de nuestras opciones", se lamenta. Tras la disputa de siete jornadas, son terceras en la tabla, con 15 puntos, por detrás del ED Vigo 2015 (19) y del Poio Pescamar B (17).
Mayra Rodríguez tiene dos pasiones y en ella alimenta sus sueños de llegar lo más alto posible. Solo tiene que hacer rodar el balón.
