La segunda fase de la Operación Oikos contra el amaño de partidos de fútbol ha dejado nueve detenidos entre jugadores, directivos y empresarios, entre ellos el jugador Pichu Atienza, que actualmente juega en el Real Zaragoza, y que ha sido detenido en su domicilio de la capital aragonesa. En Madrid ha sido arrestado Íñigo López, exjugador de Celta, Deportivo, Huesca y Granada, entre otros; el exdirectivo de la Sociedad Deportiva Huesca Agustín Lasaosa y el exdirector financiero del club oscense Carlos Laguna. También ha sido arrestado el exjefe de los servicios médicos de la SD Huesca Juan Carlos Galindo. Jesús Sanagustín, empresario oscense de la constructora Pryobra 2010 SL, Aritz López Garay, vinculado al Reus, y el representante Rodrigo Fernández son los otros arrestados en unas diligencias secretas con orden de detención contra un total de once personas, aunque se han practicado nueve.

La Policía ha informado de que durante la primera fase de la operación -en la que se detuvo al ourensano Borja Fernández, finalmente exonerado de toda sospecha-, llevada a cabo el pasado mes de mayo, los agentes hallaron varias hojas manuscritas que recogían una operativa de recaudación, reparto, devolución y entrega de fondos para el condicionamiento de un resultado deportivo de la Segunda División. Sería ese partido entre el Valladolid y el Reus, en este caso para primar al cuadro catalán por ganar.

Según las investigaciones, diferentes personas tanto físicas como jurídicas relacionadas directa o indirectamente con el Huesca adelantaron pagos en metálico a futbolistas del Reus en junio de 2017. En los meses siguientes el equipo oscense saldó la deuda con estos prestamistas.

La primera fase de la Operación Oikos (casa en griego), que señalaba a Raúl Bravo y Aranda como cabecillas, tuvo su origen en una denuncia de la Liga en mayo de 2018 por las presuntas irregularidades en un partido de Segunda entre el Huesca contra el Nástic y su relación con las apuestas deportivas. Precisamente, el amaño de este partido llegó a disparar las apuestas, hasta el punto de que el volumen de dinero llegó a ser hasta 14 veces más elevado al normal.

Ese encuentro acabó con victoria del Nàstic (0-1) sobre el Huesca. El equipo oscense ya había ascendido a Primera División, y el Nàstic estaba a 29 puntos. El Comité de Competición incoó un procedimiento disciplinario extraordinario a ambos equipos. Tras la denuncia de la LaLiga, la Policía abrió una investigación, tiró del hilo y descubrió que al menos otro partido, el celebrado en mayo de 2019 entre el Valladolid y el Valencia también había sido amañado.

Las pesquisas desarrolladas entonces permitieron corroborar que los investigados alcanzaron acuerdos con diferentes jugadores para "amañar" esos dos partidos, mientras que otro de Tercera División resultó infructuoso, aunque los jugadores implicados se comprometieron a compensar las pérdidas realizando otro en el futuro.