El Gran Peña continuará penando en la penúltima posición después de encajar un correctivo duro en Barbadás, 5-0, ante un conjunto ourensano que enlaza dos triunfos y empieza a mirar con un mucho más de optimismo el resto de competición.

Los visitantes aguantaron mal que bien hasta el 2-0, a los nueve minutos del segundo tiempo. Porque dos más tarde dispusieron de un penalti por manos de Martín Fernández. No transformaron y a partir de ahí fue un calvario, un aluvión que se los llevó por delante.

No mejoran las cosas para el Gran Peña, instalado en el descenso y sin perspectivas de salir de ahí. La próxima jornada volverán a jugar fuera de casa, ahora en el campo del filial del Pontevedra.