La sección futbolística de la Sociedade Cultural Deportiva Atlántida de Matamá vive como en el tango de Lenzi, a media luz. El retraso de Fomento en un trámite ha obligado a la sociedad a renunciar a la subvención que el Concello de Vigo les había concedido para renovar la instalación lumínica. Los nuevos contadores inteligentes de Fenosa detectan ahora el exceso de potencia en el que incurrían y ya han provocado apagones, lo que obliga a racionar el consumo. La directiva pedirá permiso a los socios para solicitar un crédito que les posibilite comprar focos más modernos y eficaces. Entre tanto, muchos de sus equipos se entrenan en penumbra y ningún partido oficial puede comenzar después de las 16.00 horas. La dirección deportiva ha ido retocando su programación en un sudoku que amenaza colapso. Mientras Vigo se prepara para su fulgor navideño, en el campo de Penedo da Moo habitan en un crepúsculo interior.
Penedo da Moo es propiedad de la S.C.D. Atlántida. Lo disfrutan los más de 300 jugadores de sus catorce equipos, de biberones a veteranos. También se cede a actividades o torneos del Concello de Vigo y de la Asociación de Fútbol Aficionado de Vigo (Afavi) "sin ánimo de lucro", advierte el presidente, César Casas. El mandatario y sus compañeros eran conscientes hace tiempo de la necesidad de renovar el sistema de iluminación. Para lograrlo, concursaron a las ayudas municipales en 2018 y el pasado mes de mayo se les adjudicó una subvención de 60.000 euros. Debían presentar un proyecto. La Gerencia de Urbanismo, entre otros requerimientos técnicos, les demandó un informe del Ministerio de Fomento que certificase que el nuevo dispositivo no afectaría a la visibilidad de los conductores que discurren por la cercana VG-20.
Un mero formulismo, en apariencia. Los árboles que circundan el campo actúan como pantalla. César Casas, descartando cualquier tipo de obstáculo, presentó de manera inmediata, ya antes del verano, la petición personalmente en la oficina de Fomento de la Delegación de Gobierno en Pontevedra. Solicitó el informe con la máxima urgencia. Nada se sabe desde entonces; solo que a Casas, que llamó la semana pasada, le han dicho que hasta enero siguen en plazo.
Los tiempos de las diferentes administraciones no han cuadrado bien. La subvención del Concello caducaba a mediados de octubre. El Atlántida debía haber ejecutado las obras en esa fecha. Casas, tras consultar su caso con los técnicos municipales, ha presentado la renuncia a la subvención. Evita así que lo puedan penalizar si vuelve a concurrir a las ayudas en 2020.
El Atlántida se resignó a seguir de momento con su vieja instalación lumínica. Hace 20 días, sin embargo, en Penedo da Moo sufrieron un apagón. La directiva, al consultar a Fenosa sobre lo sucedido, ha descubierto un déficit antiguo. Al parecer, la sociedad tenía contratada una potencia de 9,9 kilovatios desde 1987. Los excesos, antes, no se penalizaban. Ahora, cuando el contador inteligente los detecta, la compañía procede al corte. "Nos lo hemos encontrado de golpe. No podemos pedir un aumento de potencia. Llevaría meses y habría que cambiar toda la instalación; un gasto de miles de euros y que también se dilataría en el tiempo", explica el presidente.
La confluencia de retrasos y carencias obliga al Atlántida a exprimir la luz diurna, menguante hasta el solsticio de invierno el 21 de diciembre, y gestionar la escasa luz eléctrica de que disponen. En los entrenamientos de la semana, a partir de las 18.30 horas solo encienden dos focos de cada torreta. Pero los partidos oficiales del fin de semana no se pueden disputar en penumbra. Así que ninguno puede comenzar después de las 16.00, cuando en situaciones normales la programación se extendería hasta las 20.00. El de la categoría aficionada, jugado este domingo, concluyó a las 17.55 "y aquello ya necesitaba luz".
De momento se ha ido capeando el problema pidiendo cambios de campo. "La labor de la dirección deportiva ha sido increíble", elogia César Casas. Pero las posibilidades de permuta se están agotando. Dentro de 20 días al Atlántida le coincidirán 11 partidos de sus equipos como locales: "A día de hoy no sabemos cómo encajarlos".
Casas ya calcula que el proceso de renovación de la instalación, entre que Fomento elabore un informe positivo y lograr una nueva subvención, se completará hacia el final de la temporada en el mejor de los casos. Para lograr un cierto alivio a corto plazo, la directiva ha estudiado la compra de focos de última generación, que rebajarían a 6,6 kilovatios su consumo de potencia. El precio ronda los 12.000 euros. Para financiarlo con un crédito, reunirán a sus 890 socios en asamblea como establecen los estatutos. La convocatoria supone otro mes de espera y la compra constituirá un gran esfuerzo para una sociedad que dispone de 252.000 euros para sostener sus muchas actividades culturales y deportivas. "Algún socio, sabiendo lo que hay, se ha ofrecido a adelantar el dinero, pero no puedo arriesgarme ni es de recibo", concluye Casas.
