El Elche ha hurgado un poco más en la herida del Deportivo, cada vez más enfermo, incapaz de levantarse, noqueado por la sangría que suponen sus 27 goles en contra. A los ilicitanos les bastaron dos goles a balón parado (una falta y un penalti) y un contragolpe tras un error del Deportivo en el centro del campo para superar al colista.

Los jugadores acabaron abatidos, hundidos anímicamente tras el enésimo varapalo, con algunos pañuelos en la grada y gritos de "fuera, fuera" y "esas camisetas no las merecéis", cánticos que se sumaron a los ya habituales en las últimas jornadas pidiendo la dimisión del Consejo de Administración y del director deportivo.

La banda izquierda pronto se convirtió en una autopista que supo encarar el veterano Nino, que dio el primer aviso de los ilicitanos. Los franjiverdes no perdonaron el segundo, a los 13 minutos, una falta directa que ejecutó el defensa Gonzalo Verdú al palo corto

El partido también tuvo polémica en las dos áreas, primero en la del Elche, donde el colegiado no sancionó con penalti una mano de Verdú porque entendió que venía de un rebote, y sí castigó, en la del Deportivo, la caída de Medina ante Dani Giménez después de que al portero se le hubiera escapado un disparo de Nino. Fidelno falló desde los once metros.

El Elche acabó con los once jugadores en su campo, paró al Deportivo y, tras una pérdida de Aketxe, liquidó a su rival en un contraataque que resolvió Pere Milla.