El Real Madrid firmó un triunfo balsámico en el Ali Sami Yen, con clara superioridad en imagen sobre el Galatasaray pero no en el marcador por su falta de acierto en el remate, conquistando un triunfo en Liga de Campeones ocho meses después gracias a un tanto de Toni Kroos con el que recupera la calma y a Thibaut Courtois.

Estaba obligado a mejorar su imagen y cumplió en el Ali Sami Yen. Volvió a demostrar que todo es cuestión de actitud y esfuerzo, de la motivación con la que encaran encuentros. El de Turquía era decisivo para poner un poco de luz a su pésimo inicio en la fase de grupos y lo venció con solvencia, reforzando imágenes dañadas. La de Zidane especialmente, con quien están los jugadores cuando se cuestionan las cualidades de un técnico que ganó tres 'Champions' seguidas, y la de Courtois, al fin decisivo.

Porque a la superioridad madridista ante un Galatasaray roto desde su defensa de tres que dejó espacios por todas partes, le acompañó instantes de duda defensiva en una fase del primer acto. Fue cuando apareció Courtois con dos paradas salvadoras a Andone. De las que dan puntos. La primera en un uno contra uno tras perder la referencia a su espalda Ramos y la segunda tras exceso de confianza de Marcelo en acción a balón parado, que obligó a volar al portero belga y sacar una buena mano.

La actitud del Real Madrid fue distinta desde el inicio. Dominador, solidario en el esfuerzo. Intentando rescatar la identidad del que un día, no hace mucho, fue campeón. Si hay un delantero que disfruta con espacios es Benzema. De su movilidad siempre surgió peligro. Le faltó definición cuando pudo marcar. Con rosca al cuarto de hora y perdonando un claro contragolpe antes del descanso. Para entonces ya ganaba el Real Madrid. Hazard tenía libertad para sus movimientos, en uno de ellos se asoció con Karim, le faltó confianza para pegarla y buscó el pase atrás para que Kroos firmase el tanto el día de su partido cien en Liga de Campeones.

Solo la falta de puntería explica que fuese el tanto del triunfo. El Real Madrid dejó 27 remates, catorce de ellos a la portería de un Muslera que se multiplicó para no encajar más. Aún más decisivo era Courtois que cerraba su gran noche con la tercera parada, abajo a Belhanda.

No sufrió el Real Madrid en un 'infierno turco' venido a menos que acabó enfrentándose a sus jugadores cuando palpó la impotencia. El Real Madrid defendió como los días grandes y encontró en el contragolpe la mejor opción para sentenciar. Fue incapaz de hacerlo y le sobraron oportunidades para ello.