El Celta confía en el trabajo de Fran Escribá para sacar adelante al equipo vigués, aunque el crédito del entrenador valenciano ha menguado a medida que se han ido sucediendo los resultados negativos, como el del domingo pasado en Mendizorroza. El club, a través del presidente Carlos Mouriño, reiteró ayer "toda" su confianza en Escribá, aunque la continuidad de éste al frente de la plantilla céltica dependerá de los resultados y de si el equipo sigue cayendo en la clasificación: ahora es decimoséptimo, con 9 puntos en nueve jornadas. El calendario inmediato determinará el futuro de Escribá: el domingo los celestes reciben a la Real Sociedad, el miércoles visitan al Betis y el 3 de noviembre se enfrentan al Getafe en Balaídos.

Para abordar la situación del conjunto céltico, después de protagonizar otra mala actuación a domicilio, donde no gana desde diciembre del año pasado, Mouriño apeló ayer a los tópicos, aunque desde el club trasladan plena confianza en el valenciano. Admiten la irregularidad que ha mostrado el Celta desde el comienzo del campeonato, principalmente como visitante, pero valoran las buenas actuaciones ante rivales de mayor potencial. En estas circunstancias, desde A Sede también valoran positivamente el apoyo que los futbolistas muestran al cuerpo técnico e incluso se reparten las responsabilidades entre el entrenador y los jugadores, pues admiten que algunas piezas del equipo están por debajo de su rendimiento habitual.

"Siempre respaldamos a todos los entrenadores que estén con nosotros. En el momento en el que no tengan nuestro respaldo, entonces ya no estarán aquí. Escribá está con nosotros y tiene toda nuestra confianza", expresó Mouriño durante el acto de la firma de un convenio de colaboración con la Xunta contra la violencia de género.

De hecho, el dirigente céltico aprovechó el motivo de la comparecencia junto a tres representantes del Gobierno gallego para restarle importancia a aspectos deportivos. "El ultimátum se lo daría a los maltratadores, con esos es con los primeros que tenemos que acabar. El deporte es secundario. ¿Preocupado? Por esta lacra social, sí mucho", manifestó Mouriño sin querer entrar en más análisis sobre la situación del equipo celeste después del enésimo tropiezo a domicilio.

Como ocurriera tras la derrota en Ipurua -en la séptima jornada-, donde los célticos mostraron una peor imagen que en Mendizorroza, Escribá vuelve a estar cuestionado, pero desde A Sede siguen mandando mensajes de calma, tranquilidad y confianza plena en el entrenador que salvó al equipo del descenso el curso pasado.

La victoria en Balaídos frente al Athletic Club calmó el ambiente en torno al entrenador valenciano. Y eso mismo esperan que suceda el domingo que viene con la visita a Vigo de la Real Sociedad. Los dirigentes del Celta son conscientes del excelente momento deportivo que atraviesa el equipo donostiarra, uno de los que mejor fútbol ha practicado en este primer cuarto de la temporada. En A Sede confían plenamente en la capacidad del equipo de Escribá para sacar adelante este compromiso. Creen que los célticos son más competitivos en casa y ante rivales de mayor entidad. Y ponen como ejemplo las victorias ante el Valencia y el Athletic Club o los empates en Sevilla y contra el Atlético de Madrid. También esperan que mejore la capacidad rematadora de un equipo con futbolistas como Iago Aspas, Santi Mina, Denis Suárez, Rafinha Alcántara o Brais Méndez.

Esas certezas sustentarán a Fran Escribá siempre que le acompañen las victorias. El fútbol es esclavo de los resultados. Y el entrenador del Celta es ahora mismo más vulnerable porque su equipo no acaba de encadenar buenas actuaciones. El club, ayer, volvió a mostrarle plena confianza. El límite está en la clasificación, en la que los célticos se sitúan a cuatro puntos del penúltimo.