En cualquier otro deporte olímpico sería imposible pensar que un deportista con 30 medallas internacionales a sus espaldas necesite de un trabajo para subsistir. La falta de ayudas en el piragüismo podría hacer hincar la rodilla al más pintado.

"En 2004 cobraba más siendo cuarto que casi por ser campeón del mundo en 2019. Las becas fueron a menos de una manera increíble y eso es algo que también afecta a la motivación", apunta un Campos García que concluye además que "sería imposible dedicarse al piragüismo sin tener el respaldo de un trabajo como medio de subsistencia".