El Porriño PBB tuvo que adaptarse a las circunstancias en forma de lesiones, que llevaron a Jenaro Sánchez a contar con únicamente con ocho jugadores para afrontar el encuentro. Con esta situación, no fue de extrañar que de salida el técnico porriñés apostara por una defensa en zona que le dio buen resultado, aunque posiblemente hubiera dado igual tras visualizar las estadísticas de los dos primeros cuartos, en donde los porriñeses lanzaron quince triples y los coruñeses diecisiete, con un acierto del 40 y del 47% respectivamente.

La buena defensa de los porriñeses les permitía correr en ataque, aunque los mejores tiros llegaban desde la línea de 6,75, con lo que poco a poco las diferencias comenzaron a crecer. El Porriño PBB no se movía ni un ápice de la defensa en zona con la que comenzó el encuentro, y a los coruñeses se les atascaba, con lo que poco a poco las diferencias comenzaron a crecer a favor de los jugadores locales. Al final de los primeros diez minutos de juego, PBB ganaba por once puntos, manteniendo la diferencia en los primeros minutos del segundo cuarto. Jenaro Alonso trataba de darle descanso a sus jugadores con las rotaciones, pero el partido tenía un ritmo muy alto, con lo que a medida que se acercaba el descanso, el cansancio comenzaba a pasar factura y los coruñeses lograron meterse de nuevo en el partido.

Tras el descanso parecía que los coruñeses habían puesto la directa y se llevaban el partido, pero la realidad es que los jugadores del PBB sacaron fuerzas de flaqueza y consiguieron volverse a poner por delante en el marcador. En los diez minutos finales, los coruñeses intentaron frenar a los locales con una zona, pero el PBB hizo un gran trabajo defensivo consiguiendo jugar a la contra y marcharse con una ventaja de nueve puntos a tres minutos para la conclusión, que fueron determinantes.