El Pontevedra B salió airoso de su visita a Baltar donde esperaba un Portonovo ávido de triunfos tras un preocupante arranque liguero. No llegaba tampoco demasiado boyante el filial granate, pero el arreón anímico y clasificatorio que se lleva de la tarde de ayer no le va a pasar desapercibido.

Los de José Vecoña no se anduvieron con rodeos a la hora de ir a por el partido. La primera parte fue un auténtico monólogo ante un rival que no encontraba la fórmula para sacudirse el dominio local. El centro del campo arlequinado tomó el mando del encuentro con autoridad lo que ayudaba también a tener un partido plácido en lo defensivo.

La ocasión más clara llegó en una internada de Iván al espacio en la que fue capaz de regatear al portero, pero se escoró en exceso. Optó por el pase atrás a la llegada de Franco cuyo remate pega en el larguero tras dar en el cuerpo de un defensor bajo palos.

El infortunio del Portonovo no se quedó ahí, puesto que un poco más tarde una buena acción por banda generó un perfecto centro lateral que se paseó por delante de la portería visitante sin que nadie llegase a rematar.

El mazazo llegó a poco de iniciarse la segunda parte. Una acción por banda del Pontevedra B termina con un balón al área que la defensa no acierta a despejar y Veiga conecta un remate entre una nube de jugadores y hace el 0-1.

Con las fuerzas y el ánimo más justos y el campo más pesado, al Portonovo ya le costaba en exceso acercarse con opciones reales a la portería visitante. Con todo ello dispuso de acciones a balón parado para sacar al menos un punto, pero todo se fue por la borda en el minuto 76. Un córner a favor de los locales solo fue el inicio de una serie de errores en cadena que terminó con Guisande haciendo el 0-2 a placer y poniendo la rúbrica a la victoria visitante.