El equipo de Estados Unidos se proclamó campeón mundial de gimnasia artística femenina por quinta vez consecutiva, de la mano de una infalible Simone Biles que transformó en inaccesible a una selección que, incluso sin ella, sería soberbia.

Por detrás de los 172,330 puntos de las norteamericanas, el subcampeonato de los Mundiales de Stuttgart fue para Rusia con 166,529 y la tercera plaza para Italia, la sorpresa de la jornada, con nota de 164,796 y un margen de 566 milésimas sobre China (164,230).

Estados Unidos ha ganado ocho de los nueve últimos títulos mundiales (China se impuso en 2006), prácticamente siempre con chinas y rusas como acompañantes en el podio.