Parte del buen rendimiento defensivo del Celta es responsabilidad de Rubén Blanco, que ha cumplido ya diez meses seguidos como titular, su mayor periodo de actividad en la portería céltica.

El portero del Celta vive momentos dulces, los mejores desde que pasó a formar parte de la primera plantilla del Celta, después de que con 17 años de edad fuese uno de los destacados en el trascendental partido por la salvación en Valladolid. Desde entonces, las lesiones fueron retrasando la explosión de un guardameta que peleaba con Kepa Arrizabalaga -del Chelsea- por la titularidad en las selecciones inferiores de La Roja. Después de encadenar 33 partidos de Liga, entre la temporada pasada y esta, Rubén Blanco es una de las piezas imprescindibles del equipo de Escribá.

Rubén Blanco Veiga (Mos, 1995) es el único componente de la plantilla del Celta -formada por 24 futbolistas- que ha disputado los ocho partidos completos de LaLiga 2019-20. Suma 720 minutos como titular, en los que ha encajado nueve goles. La media de tantos recibidos por encuentro es de 1,12, con la que el Celta se sitúa como el sexto equipo con mejor sistema de blindaje del campeonato, solo superado por Atlético de Madrid, Athletic Club, Osasuna, Real Madrid y Valladolid.

En el cómputo global de los 33 partidos que Rubén Blanco ha disputado como portero titular del Celta, desde el pasado 1 de diciembre, ha encajado un total de 49 goles, con una media de 1,48 tantos por encuentro. En esos diez meses de trabajo ininterrumpido, el mosense acumula nueve partidos imbatido: tres de este curso y seis del anterior.

El líder indiscutible en este apartado es el guardameta del Atlético de Madrid Jan Oblak, que de los 161 partidos de LaLiga que ha disputado con los rojiblancos en 94 no encajó goles. El Celta, con Rubén bajo palos, es el sexto que menos goles lleva en contra, cinco más que los rojiblancos del guardameta esloveno.