El gallego Adrián Ben, sexto en la final de los 800 metros en los Mundiales de atletismo al aire libre de Doha, aseguró ayer que ha cumplido un "sueño" y que hace un balance "increíble" de su paso por la cita mundialista, que le deja con buen sabor de boca y con ganas de ir a por otro reto; el ser atleta olímpico.

"Pienso que el balance es muy positivo, ir con la 36 mejor marca y venirte con un puesto de finalista, encima sexto, para mi es un balance increíble. Es un sueño", aseguró a los medios a su llegada a Madrid donde fue uno de los grandes protagonistas junto al medallista Orlando Ortega.

Además, pese a las condiciones climáticas adversas de Doha, se lleva gran recuerdo del estadio Khalifa de Doha. "Ha sido una de las sensaciones más raras de mi vida, en las eliminatorias cuando no sabía qué estrategia seguir, el salir al estadio y decir 'madre mía, qué bien me encuentro' y 'voy a salir a tope', sólo me ha pasado en este estadio", apuntó.

"En las eliminatorias tenía tantas ganas de pasar, de estar entre los mejores, que me dije que tenía que hacerlo bien, aunque no pasara hacerlo con actitud", comentó sobre en qué momento estuvo más inquieto y nervioso en la pasada cita mundialista.

En cuanto a la humedad y calor, matizó que los atletas que competían en el estadio tenían otras barreras. "La peor parte se la han llevado la gente de ruta, sobre todo. Teníamos que luchar sobre todo contra los aires acondiciones, era la peor parte de todo", aseguró.

Ben, a sus 21 años, ya sabe lo que es competir con éxito en una gran competición y ahora aspira a hacer lo propio en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. "He venido trabajando toda la vida para cumplir mi sueño de ser atleta olímpico, y ver que a falta de un año las cosas están saliendo bien, el trabajo se está haciendo correctamente como debe ser, es un chute de adrenalina muy grande", reconoció.

Ortega

Por otro lado, celebró que su compañero Orlando Ortega fuera finalmente bronce en la final de los 110 metros vallas pese a entrar inicialmente quinto al ser molestado en carrera por el jamaicano Omar McLeod. "Como su compañero de habitación, estando tanto con él y viendo lo que lo deseaba, fue un palo muy grande pero luego se hizo justicia y fue un chute, también, de energía", aseguró.