La otra cara de la moneda fue el técnico asturiano, que afirmaba ante los medios de comunicación que "lo tengo bastante claro. Desde el primer momento fuimos nosotros los que metimos al Coruxo en el partido por nuestros propios fallos. Sabíamos a que campo veníamos, en qué condiciones veníamos y cuáles eran las armas fuertes del Coruxo. Lo habíamos trabajo durante la semana, y precisamente en el primer fallo que nosotros tenemos, de fallo infantil, en la primera transición rápido que hace el Coruxo, nos meten el gol y al final es el lastre que llevas durante todo el partido. Generamos algunos acercamientos, algunas oportunidades, pero creo que en ningún momento hemos dado sensación de peligro. El fútbol es pegada, y lo intentamos de todas las formas, con un punta, con dos puntas, no lo conseguimos y solo toca trabajar. El Coruxo hizo un partido perfecto a la contra y nos generó más peligro ellos a nosotros que nosotros a ellos".