El Mallorca consiguió su segunda victoria de la temporada en el estadio Son Moix al derrotar por 2-0 al Espanyol, con goles de Ante Budimir en la primera parte, y de Salva Sevilla, en la reanudación. Los bermellones rompen una racha de seis partidos seguidos sin ganar tras la victoria de la primera jornada ante el Eibar.

También, el traspié hunde a los blanquiazules en la tabla, frena su cosecha de puntos como visitantes -habían puntuado en todas sus salidas- y deja a su técnico, David Gallego, en la cuerda floja.

El miedo a cometer errores, el juego anodino y la poca profundidad en las acciones caracterizaron un primera parte muy igualada, decantada a favor de los mallorquinistas por el gol de Ante Budimir, tercero del croata y primero que celebraban los aficionados locales desde el triunfo ante el Eibar. Son Moix estalló de júbilo con un gol providencial tras una jugada colectiva y que castigó la apatía de los blanquiazules, que acusaron el esfuerzo del triunfo del jueves en Moscú ante el CSKA.

Tocaba reaccionar y el conjunto periquito lo hizo en la reanudación aprovechando el repliegue mallorquinista, que quiso defender el gol contraatacando. Decisión muy controvertida porque el Espanyol avisó muy pronto con un remate a la media vuelta de Campuzano en el área pequeña que despejó Reina tras una intervención.

El meta malagueño salvó a su equipo, en la que hasta ese momento (min, 52) era la mejor ocasión visitante. Reina tuvo que emplearse a fondo en otras dos acciones de los blanquiazules, con Campuzano como protagonista, antes de que Salva Sevilla sentenciara el partido con el segundo gol al aprovechar un error defensivo de los blanquiazules.