El Kaleido Universidade de Vigo estrenó su casillero de victorias en la tercera jornada, segunda a nivel efectivo para los vigueses. Extraordinario triunfo por lo mucho que cuesta siempre puntuar fuera de casa. Lo consiguió el equipo que dirige Pablo Cabrera gracias a una actuación completa y versátil: dinámica en el arranque, endureciendo la defensa sin descomponerse por las penalizaciones y controlando más el juego en la segunda mitad. Despliegue coral en suma, con cuatro autores diferentes en otros tantos ensayos para añadir el bonus ofensivo y la eficacia de Ezequiel Gabaros en las transformaciones y golpes de castigo.

El XVdel Olivo no había podido jugar la semana pasada contra el Gaztedi, mientras se completa el tratamiento del césped de As Lagoas para ajustarse a las normas de homologación de la Federación Española. El Kaleido había caído 76-19 en la primera jornada, en Gernika, ante uno de los favoritos al ascenso. El Oviedo había ganado al Gaztedi fuera (12-22) y perdido en casa (15-22). Los carbayones querían curarse ese mal sabor. No pudieron. El XV del Olivo marcó un ritmo frenético en el arranque. Resistió un ensayo de castigo y dos expulsiones temporales -llegó a estar con trece durante algunos minutos-. Y tras lograr el 15-26 al inicio de la segunda mitad estableció un control que maniató al Oviedo.