La española Carolina Marín, campeona olímpica y mundial, se ha adjudicado el Abierto de China de bádminton al superar en la final a la taiwanesa Tzu Ying Tai, número 4 del mundo, por 14-21, 21-17 y 21-18 después de una hora y cinco minutos de juego.

El título en Changzhou es el primero para Marín después de ocho meses de baja a causa de la rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha que se produjo durante la final del Masters de Indonesia. Su vuelta oficial a las pistas fue hace diez días en Vietnam, pero fue eliminada en primera ronda.

Carolina Marín, una vez más en este torneo, se vio obligada a remontar tras ser superada claramente por Tai en la primera manga. Los antecedentes con la taiwanesa tampoco permitían ser demasiado optimistas. Tai había ganado siete de los once partidos disputados con la española, incluidos los cuatro últimos.

Sin embargo, la determinación de la española, como en la semifinal ante la japonesa Toyaka Takahashi, dio la vuelta al partido. Marín aumentó la presión sobre Tai y se impuso en las dos siguiente mangas con claridad.

"Esto es sólo el comienzo del camino hacia los Juegos Olímpicos de Tokio", donde defenderá título el año próximo, dijo entre lágrimas tras imponerse en Changzhou. "España, que nos la llevamos a casa", comentó Carolina en un vídeo publicado por su servicio de prensa en el que aparece con el trofeo conquistado al superar en la final a la taiwanesa Tzu Ying Tai. "No tengo palabras para describir lo que siento ahora mismo", afirmó la jugadora española, "pero siento felicidad, siento recompensa por esos siete meses y medio que he estado parada por la rodilla".

Marín tuvo un recuerdo para todo su equipo. "Por apoyarme desde el primer momento hasta el último, por creer en mí, a toda España muchísimas gracias por todo el apoyo. Esta copa nos la llevamos a casa. Esto es solo el comienzo del camino hacia los Juegos Olímpicos".

La onubense cerró del mejor modo posible una semana donde aparcó todas las dudas que había dejado en su vuelta a las pistas en Vietnam y derrotando a rivales de mucha entidad como la actual subcampeona del mundo, la japonesa Nozomi Okuhara, o, en la final, a la exnúmero uno del mundo.