El primer contacto con la montaña de la Volta a Galicia se decidió con un final ajustado en Baiona. Jorge Martín Montenegro fue el más rápido de un cuarteto que se presentó en la línea de meta de la segunda etapa con cuatro segundos de ventaja sobre el pelotón. El ciclista argentino del Aluminios Cortizo de Padrón superó al esprint a Jacobo Ucha (Vigués) y la tercera plaza la ocupó el nuevo líder, el andaluz Alejandro Ropero (Kometa), que desbancó de lo más alto de la general a Roger Adriá (Lizarte).

En el perfil de los 137 kilómetros de recorrido sobresalía el Alto de A Groba, de 1ª categoría, con su cumbre ubicada a 35 km de la llegada. Desde la salida en Baiona se sucedieron los intentos de escapada, tanto individuales como de pequeños grupos, pero ninguno fructificó. Rodando a una velocidad media de 43,6 km en las dos primeras horas de carrera, el portugués José Costa (Aleata-Farto) se hizo con el maillot de las Metas Volantes puntuando en primera posición en los dos pasos intermedios por Baiona y el también luso Daniel Silva (Sicasal) coronó en cabeza el Alto de Tebra, de 3ª, en el km 76.

A las primeras rampas de A Groba el grupo principal llegó compacto y Rubén Fernández Oliveira (Aluminios Alca) se convirtió en el gran protagonista de esta ascensión de once kilómetros. El actual campeón de Galicia máster-40 se situó al frente de la carrera con Patrick Videira (Fortunna), Alejandro Ropero (Kometa) y Raúl García de Mateos (Cortizo).

Los puntos que consiguió en solitario en la cumbre de A Groba garantizaron la presencia de Oliveira en el podio de la etapa como líder de la montaña. Antes de que hubiese terminado la valiente apuesta de Oliveira, el fugado fue alcanzado por Martín Lestido (Froiz), Roberto Mediero (Vigués), Jacobo Ucha (Vigués) y Jorge Montenegro (Cortizo). Aunque los compañeros del líder neutralizaron a ese quinteto, tres de los escapados volvieron a la carga en la subida no puntuable de Cabo Silleiro. Montenegro, Ucha y Lestido insistieron a seis kilómetros de la meta. Los cuatro consiguieron una mínima renta, suficiente para que el argentino del Cortizo levantara los brazos en Baiona y el granadino del Kometa convirtiera en el nuevo líder.