El Alba Berlín se llevó la victoria en el cuarto Memorial Quino Salvo disputado ayer tarde en As Travesas. Un día especial en donde, una vez más, Quino volvió a ser la estrella del día.

El partido comenzó con un conjunto alemán mucho más metido en el partido, moviendo bien el balón ataque, mientras que en defensa ajustaba las marcas y obligaba a los santiagueses a jugar muy lejos del aro. Después de unos primeros minutos en donde las diferencias fueron mínimas, el equipo entrenado por Aito García Reneses comenzó a abrir brecha en el marcador. Ladry Nnoko y Tim Schneider lograban imponer su ley bajo los tableros, y el Alba Berlín se marchaba con nueve puntos de ventaja en el marcador. Moncho Fernández no tardó en solicitar un tiempo muerto, y la verdad es que fue un minuto crucial. El equipo se centró, ajustó la defensa y consiguió darle la vuelta al marcador, poniéndose con un punto por delante al final de los primeros diez minutos de juego.

El segundo cuarto fue como una goma, ya que los santiagueses hacían un parcial de 13-0, para mejorar en defensa el Alba y hacer un parcial de 0-7 que devolvía la igualdad en el marcador. Pero el Obra volvió a reaccionar, y tras un parcial de 11-0 se marchaba al descanso con nueve puntos de ventaja en el nuevo marcador de As Travesas.

Tras el paso por los vestuarios, la igualdad volvió a ser la nota dominante del juego, sin que ninguno de los dos equipos lograra ventajas importantes en el marcador. Sin embargo, los alemanes volvió a mejorar en defensa, logrando recuperar varios balones que finalizaron con dos triples consecutivas que ampliaban el parcial del Alba a un 0-13. El cuadro entrenado por Aito García Reneses había vuelto a mejorar en la faceta defensiva, y eso había sido un lastre para los santiagueses, que no fueron capaces de frenar el lanzamiento exterior de rival, que abrió una brecha que al final fue definitiva.

En los diez minutos finales, el Obradoiro tuvo que remar contracorriente. Los alemanes buscaban ataques largos para que pasara el tiempo, todo lo contrario de los santiagueses, que necesitaban apurar sus acciones para recortar rápidamente su desventaja en el marcador. A poco menos de cuatro minutos para la conclusión, los santiagueses bajaron de los diez puntos de desventaja, pero todo se quedó en aguas de borraja, ya que las segundas acciones del Alba terminaban en canasta, con lo que hacían mucho más complicado el trabajo de los santiagueses.

Al final, victoria del cuadro alemán en un partido de rachas, en la que el Alba fue mucho mejor desde la línea de 6.75 con un 46,7%, muy lejos del 32,5 de los santiagueses. En los minutos finales el partido transcurrió sin pena ni gloria, con el partido resuelto y dos equipos que intentaban agradar a los muchos aficionados que acudieron al pabellón, y que no están acostumbrados a ver en directo mates ni acciones espectaculares.

Un día para el recuerdo y para la reivindicación, pues los aficionados vigueses ni quieren olvidar al gran Quino Salvo, ni quieren que Vigo deje de tener un equipo de baloncesto masculino al más alto nivel en el país.