Esta tarde debuta el K4 500, el barco en el que más empeño tiene la Federación y que más ha dado que hablar tras la sustitución de Cristian Toro por Carlos Arévalo. Hoy debutan en busca de la final. Para ellos no hay segundas oportunidades. Si no clasifican en Hungría no habrá más opción para ellos en el futuro.

El cangués Rodrigo Germade aseguraba ayer que "llegamos en muy buen estado de forma. La verdad es que llevamos más o menos dos meses trabajando como animales para integrar a Carlos Arévalo en la nueva formación K4 que supliese ese trabajo que tenían cada uno. Ahora con K4 hicimos más sesiones principales en él y trabajamos un poco contrarreloj pero bastante bien y venimos muy contentos de todo ese trabajo hecho y creemos que estamos en muy buen estado de forma".

Germade insiste en que "el objetivo principal sigue siendo clasificar para Tokio, esto puede parecer, después de esta embarcación haya sido dos veces subcampeona del mundo, un objetivo un poco bajo pero no lo es, es muy alto y ambicioso porque estamos viendo el nivel existente y hay embarcaciones muy potentes, hay que ser cautos y humildes".

El entrenador del equipo, Miguel García, aseguró ayer que "no queremos mirar mucho hacia atrás pero fue un año complicado y difícil pero es cierto que el último mes y medio hemos trabajado muy bien. Estamos muy contentos con la evolución del equipo, de cómo se gestionó toda la situación y venimos con muchas ganas".