La doble campeona olímpica Caster Semenya, que sigue inmersa en una batalla por sus niveles de testosterona con las autoridades de atletismo, lamentó que nunca se ha sentido "muy apoyada" y que ha notado esa carencia "principalmente" en otras mujeres.

La atleta sudafricana no podrá defender su título de 800 metros en los Mundiales de Catar, que se disputarán en septiembre, después de que la justicia revocara un fallo que levantó temporalmente las regulaciones de testosterona que le habían sido impuestas.

"Desde que practico deporte, nunca me he sentido muy apoyada, nunca me he sentido reconocida, principalmente por las mujeres", dijo Semenya durante una conferencia.

A pesar de que la IAAF recibió el apoyo de algunos atletas, la decisión de reducir los niveles de testosterona en el atletismo femenino ha sido objeto de críticas por parte de las organizaciones de derechos humanos. En este sentido, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas adoptó una resolución en apoyo a Semenya este mismo año.

"Creo que entra más en el escenario internacional cuando ves a tus propios rivales venir con esto... Cómo puedo llamarlo... Estas respuestas groseras en términos de que yo compita contra ellas", lamentó Semenya.

Ayer José María Odriozola, catedrático de bioquímica y miembro del Consejo Directivo de la IAAF -hasta septiembre-, salió en defensa de la normativa sobre hiperandrogenismo introducida por la IAAF y explicó que la sudafricana Caster Semenya, el caso más relevante, "biológicamente es un hombre" y a la hora de competir tiene "una ventaja enorme" sobre sus rivales.