Como hace catorce años en la más famosa final de la Liga de Campeones jamás escrita, el Liverpool volvió a coronarse en Estambul en una tanda de penaltis que tuvo al portero español Adrián San Miguel como protagonista, al parar al joven Abraham el lanzamiento definitivo. El gol de Giroud en la primera parte y el empate de Sadio Mané en la segunda llevaron la final a una prórroga en la que el propio senegalés adelantó al Liverpool y Jorginho empató desde el punto de penalti.

Los 'Blues' salieron algo más agazapados y dejaron que el Liverpool manejase la pelota, dando los primeros coletazos por medio de un Salah que pudo adelantar a los suyos si no fuera por una gran mano abajo de Kepa.

Apareció N'golo Kanté. El francés, tocado físicamente en el inicio de esta campaña, se encargó de desatascar al equipo desde el mediocampo hasta el área de Adrián. En una de sus míticas conducciones, conectó con Pulisic. El estadounidense se cruzó, al tiempo que Giroud despistaba a la defensa de Klopp y para cuando Pulisic le filtró el pase, el francés pudo definir solo y batiendo por bajo a Adrián.

El correctivo pudo ser aún mayor, pero antes del minuto 40, la colegiala, Stéphanie Frappart, primera mujer en arbitrar una final europea, anuló a Pulisic el segundo por fuera de juego.

El paso por vestuarios sirvió para que Klopp reculara, sacara del campo a Oxlade-Chamberlain y metiera a Firmino, una de esas piezas de las que no suele prescindir el alemán. Y la vuelta a los orígenes le granjeó el empate a los 'Reds' cuando Fabinho coló la pelota para Firmino, este, con más fortuna que otra cosa se la dejó a Mané y el senegalés, a la segunda, puso el 1-1. El Liverpool tomó ventaja gracias a un gran remate de Mané aunque el Chelsea respondió rápido de penalti.

El partido se había volcado y llovían las ocasiones para un lado y para el otro. Cuando no era Pedro el que lo intentaba, era Salah el que ponía en aprietos al Chelsea, y Mason Mount, uno de los jóvenes que ampara Lampard, consiguió el segundo gol, pero, como ya le pasó a Pulisic, en posición adelantada. Incapaces ambos de concretar, hubo prórroga en la noche turca y como ocurrió en la segunda parte, el éxito llegó de la mano de la conexión entre Firmino y Mané. El brasileño ganó línea de fondo, puso el pase atrás y Mané la colocó en la escuadra para darle al Liverpool una ventaja que dilapidó Adrián con un penalti sobre Abraham que anotó Jorginho. Pero fue Adrián más tarde el que mantuvo a los suyos en el partido, sacando con una palomita un disparo desde la frontal del joven Mount y mandando el encuentro a los penaltis. Y allí, tras una tanda impecable, detuvo el tiro del joven Abraham.