El Real Madrid cerró su pretemporada con una imagen endeble, repleta de dudas ante el Roma en un primer acto con ensayo fallido del sistema de tres centrales que contrarrestó con pegada y una mejoría en la segunda que no evitó el empate final, antes de ceder el trofeo en los penaltis.

Repitió Zidane apuesta por tres centrales considerando que devuelve el equilibrio que añoró en pretemporada. Lo reforzó además con dos centrocampistas de carácter defensivo juntos, Casemiro y Valverde, en un once poco ilusionante para el madridista en el aspecto ofensivo pero que debía ser invulnerable para el rival, pero el Madrid hizo aguas.

Marcelo adelantó a los blancos en el min. 16, recortó distancias Perott, en el 34 y Casemiro puso el 2-2 en el 99. Dzeko empató un minuto más tarde. Bale apareció con más ganas que nunca de demostrar que tiene sitio. Le puso coraje y acarició el gol. Por la derecha Odriozola y Vinicius también mejoraron la imagen. El triunfo no llegó porque Jovic no estuvo acertado en dos claras ocasiones. Nada deshizo el empate y en la tanda de penaltis el pleno del Roma le dio su trofeo con fallo final de Marcelo.