La novena edición del Descenso Popular del Miño se convirtió en una fiesta ilusionante y desafiante para los más de 700 participantes. Organizado por el Kayak Tudense Axuda Paramos, el evento ya está entre los mejores de Galicia en este tipo de especialidad. Ya ha sido declarado de interés turístico gallego, un reconocimiento que también supone un impulso para el futuro.

La Ribera de Caldelas acogió una romería, también como es tradicional. Fue el principio de una regata lúdica, en la que familias enteras se aventuraron a disfrutar de los cinco kilómetros de recorrido hasta Tui. Algunos lo afrontraron relajados, otros con el objetivo de llegar cuanto antes, pero nunca con la idea de abandonar.

Esta aventura, iniciada hace nueve años por el Kayak Tudense Axuda Paramos, ya está consolidada. "Cada año hay más personas en la Ribera de Caldelas", se escucha decir. Los participantes se disfrazan y casi todos visten la camiseta que regala la organización. Es como un ritual para todos los que disfrutan de la fiesta.

Se ha notado en este año la llegada de personas procentes de otros lugares de España y también de Portugal. Aunque el alquiler de piraguas terminó hace una semana, muchos no dudaron en utilizar las suyas propias para realizar el descenso. Algunas de ellas incluso eran bastante antiguas.

El Kayak Tudense Axuda Páramos contó con la ayuda de las insticuiones públicas y varias privadas para poder realizar este evento, que tuvo su continuación más tarde con la celebración de la prueba de competición. En la retina volverá a quedar la imagen del río Miño a su paso por Caldelas, lleno de colorido, embarcaciones y rostros también cargados de ilusión.