Franco y Dardo Balboa cumplieron con el pronóstico que les colocaban como los favoritos a ganar el Descenso Internacional del Miño, una de las pruebas más emblemáticas del piragüismo gallego que organiza el Kayak Tudense Axuda Paramos y se impusieron en la prueba disputada ayer. El segundo puesto correspondió a Iván Alonso y Jaime Sobrado. Las dos embarcaciones de K-2 se jugaron el título de campeones en los últimos metros. Manuel Garrido ganó en C-1, Amaia Osama en K-1, José Luis Bouza y José Manuel Sánchez en C-2, y Carmen Villar y Miriam Vega en K-2, Jeniffer Casal en C-1 y Manuel Goicoechea en K-1. Participaron cerca de 600 palistas.

El guión se cumplió para Franco y Dardo Balboa. Al menos en el resultado final. Los argentinos, que habían sido cuartos hace una semana en el Descenso del Sella, inspeccionaron el día anterior el río Miño. Pero no les sirvió de mucho. Cambiaron las condiciones. El caudal bajó y eso provocó que los deportistas tuvieran que estar más atentos.

Por primera vez en la historia del Descenso del Miño un componente del K-2 esperaba a su compañero en la embarcación. Fue una de las novedades. El que salió desde tierra tenía que sortear un gran desnivel. La salida fue limpia y los argentinos fueron capaces de coger la mejor posición a pesar de ocupar el puesto 25. Pronto dieron muestras de encontrarse en forma.

Se distanciaron en el liderato. Pero sus rivales apretaron. Tanto que Franco y Dardo Balboa decidieron esperar el gran grupo que les perseguía. Eso sucedió en el kilómetro 6 de los 17 que constaba la prueba. Pero un nuevo impulso les llevó a ser los líderes incontestables. Sin embargo, a esa superioridad contestaron Iván Alonso, gran conocedor de la regata, y Jaime Sobrado. Las dos embarcaciones se encaminaron hacia la meta. Superaron zonas estrechas y evitaron algunas situaciones de peligro.

Y fue en los últimos metros cuando se decidió el ganador. El debate deportivo se zanjó a favor de los dos hermanos argentinos, superiores a sus rivales por escaso margen. Fue una de las llegadas más igualadas de las últimas ediciones.

El Descenso del Miño coronó a los componentes del Club Ceppron, que de esa manera se resarcen también del mal sabor de boca que les dejó ser cuartos en el Descenso del Sella. Ambos continuarán en Tui para preparar el Mundial de Maratón que se disputará en China en el mes de octubre.

Manuel Garrido, en C-1, fue el otro de los ganadores de la jornada. Jenifer Casal, del Ciudad de Pontevedra, se impuso en la categoría femenina. Amaia Osaba y el argentino Manuel Goicoechea lograron el triunfo en K-1. En la categoría femenina, Carmen Villar y Miriam Vega, del Kayak Tudense, triunfaron en K-2. También José Luis Bouza y José Manuel Sánchez se impusieron en C-2.

En la clasificación por equipos, el Ciudad de Pontevedra logró la victoria con un amplio margen de puntos sobre sus rivales. El Náutico de Pontecesures fue segundo y el Kayak Tudense Axuda Paramos ocupó la tercera posición. Participaron palistas en representación de 31 clubes.

Franco y Dardo Balboa, los ganadores del Descenso del Miño 2019, reflejaban en su rostro la "felicidad y el orgullo de ganar esta prueban donde hay tantos participantes y un nivel deportivo muy alto". Ellos lograron superar todas las "dificultades" que se encontraron en la navegación entre Salvaterra y Tui. Reconocieron que "habíamos entrenado el día anterior, pero nos encontramos con varias diferencias. Una de las más importantes fue que el nivel del caudal había descendido. Había que elegir muy bien el camino".

Y lo eligieron, aunque se encontraron con Iván Alonso y Jaime Sobrado, del Club Piragüismo Olívico. Los argentinos, que pertenecen al Club Ceppron de Nevquen, reconocieron que "fue un intenso trabajo sobre todo en la parte final. Ellos apretaron mucho y no nos dieron tregua hasta que se vieron derrotados. Fue un duelo muy bonito, que ganamamos nosotros".

Tanto Franco como Dardo Balboa destacaron que "ganar el Descenso del Miño es un privilegio y un orgullo. Lo han ganado prestigiosos deprotistas y ahora podemos poner el nombre en su palmarés. No podemos estar más contentos". Ambos añadieron que "el principio de la regata fue complicado, pero elegimos bien. Había un gran escalón para llegar al agua, pero lo superamos bien". Reconocieron que la opción, instaurada este año, de que un componente esperara ya en el barco, no les disgustó.