Una España desconocida, la más errática del Mundial, se quedó sin título después de perder ante Italia (5-10) en un partido en el que al equipo de David Martín le pesaron demasiados los errores cuando jugó en superioridad.

Como ocurrió en la víspera con la selección femenina española, la masculina tampoco pudo subir al escalón más alto. Pero es que España, ayer no fue España, ese equipo que había marcado la pauta, que había dejado fuera de combate al campeón Mundial (Serbia) y al olímpico (Croacia) . Y todo porque los dos signos de identidad del equipo, la defensa y el acierto cuando jugaba con hombres de más no existieron.