Elia Viviani ya sabe lo que es ganar en las tres grandes tras alzar los brazos en Nancy como vencedor de la cuarta etapa del Tour, una espina que tenía clavada el italiano del Deceuninck Quick Step y que pudo festejar con su compañero francés y maillot amarillo Julian Alaphilippe que el lunes vivió su gran día con el triunfo de etapa y su ascenso al primer puesto de la general.

Jornada marcada a fuego por los velocistas y rematada por Viviani, de 30 años, en una llegada a todo tren con todos los velocistas apretando los dientes en la recta de meta. Superó el reto batiendo al noruego Kristoff, al australiano Caleb Ewan y al eslovaco Peter Sagan, todos en un tiempo de 5h.09.29 marcado en el trayecto entre Reims y Nancy.

Viviani no levantó los brazos en el Giro, abandonó cuando llegó la montaña cabizbajo. Le faltó el alimento de la victoria, pero con 5 etapas en las carrera rosa y 3 en la Vuelta le faltaba la sensación de ganar en el Tour. Fue la locura. Lo celebró casi más que la medalla de oro en Río. Día tranquilo para los hombres de la general, que siguen mirando con ojos golosos la etapa del jueves con el primer final en alto en La Planches des Belles Filles. Alaphilippe lanzó a Viviani y acabó su primer día de amarillo sin sobresaltos.

En la general le sigue el belga Van Aert a 20 segundos y el holandés Steven Kruijswijk a 25. En la zona de favoritos Egan Bernal es el líder real en la lucha por el maillot amarillo, sexto, precediendo a su compañero Geraint Thomas. El primer español, Enric Mas, octavo a 6 segundos del colombiano.

En Nancy, la ciudad de la Puertas de Oro, donde el campeonísimo Fausto Coppi ganó dos etapas, los "guepardos" afilaron las garras. No faltó ninguno a la hora de la verdad. Era el primer esprint puro del Tour 2019, disputado y multitudinario, donde Viviani se bautizó en el Tour y dio a su equipo el segundo triunfo consecutivo y el 48 de la temporada. En la casa del Deceuninck reina la alegría.