Feliz reencuentro de Tamara Abalde con la selección española. La viguesa, campeona de Europa sub 16 en dos ocasiones y también sub 18, subcampeona sub 20, a nivel sénior acudió en 2008 a los Juegos Olímpicos de Pekín, donde España cayó en cuartos. En 2009 formó parte del combinado que conquistó la medalla de bronce en el Europeo. En ese punto se había interrumpido su trayectoria internacional. Mondelo contó con ella en la preparación del pasado Mundial, pero la excluyó en el último corte. Esta vez la mantuvo en la lista. El relato se reinicia en lo más alto del podio.

Abalde está mostrando un gran conocimiento del oficio en su madurez. Atrás queda el proyecto de anotadora o jugadora total. La viguesa ha asimilado el rol de especialista. En el Europeo ha formado parte de la última unidad de la rotación, junto a Casas, María Pina y Vilaró. Mondelo la ha utilizado en finales de cuarto, para proteger de faltas a otras interiores. Ha promediado 0,5, puntos, 0,3 rebotes y 0,3 asistencias en cuatro minutos. Más allá de las estadísticas, ha aportado lo que el entrenador requería.