Juan Antonio Corbalán, líder de la generación que conquistó la plata en Los Ángeles 84, se encuentra en Vigo. Hoy participa en la VI Conferencia Internacional ARVI (Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo), en relación al Proyecto Eduksano, que pretende convertir la educación nutricional en una asignatura de los planes de estudio. Materia para el Corbalán médico, que dirige la Unidad de Medicina y Ciencias de la Actividad Física de Vithas Internacional.

- ¿Qué cree que significa Corbalán para los jóvenes de hoy?

- Lo lógico es que un chaval no me conozca. No me preocupa. Con los tiempos pasan las personas. Un elemento de equilibrio fundamental en la vida es saber ocupar el sitio que mereces en cada momento. Nosotros vivimos una etapa fantástica, el boom del deporte en España. Fuimos pioneros de algo realmente grande. Pero nunca dejamos de pisar el suelo. De lo contrario, te conviertes en un juguete. Viniendo para aquí tres personas me conocieron en una gasolinera en los alrededores de Ourense. No es un mérito. Agrada. Lo agradezco.

- Usted estableció un estándar, fue la medida de lo que debía ser un base. Al actual se le pide más anotación.

- Ya hice ese camino, en una y otra dirección. Como júnior y juvenil anotaba la mitad de los puntos de mi equipo. Era anotador. Cuando fiché por el Real Madrid, Lolo Sainz me dijo: "Para hacer lo que tú haces tengo mucha gente; para llevar el balón, no". Tuve que deshacer lo andado y crear un organizador del jugador que yo era. Siempre tuve un gen vertical. Aprendí a ser seguro y controlador. A partir de mi época todos los bases acabaron teniendo las dos facetas: Quim Costa, Vicente Gil, Solozábal, Creus? Hasta Calderón, esa forma de jugar quizá empezó conmigo. El base español marcó una línea. Yo tuve dos grandes maestros: Carmelo Cabrera, que era la espectacularidad, y Vicente Ramos, que era la seguridad. Entre los dos me hicieron a su imagen y semejanza.

- ¿Se está perdiendo esa función más cerebral del base?

- En nuestra época el pívot era pívot; difícilmente daba tres botes seguidos o un pase con fundamento. Un alero era un bicho anotador. Hacía falta un director de orquesta. Ahora los jugadores son más polifacéticos, aleros que botan como bases y rebotean como pívots, pívots que llevan el contragolpe? El base tiene una labor de emergencia. Cuando nadie sabe qué hacer, decide y acierta o falla.

- Y bases como Antetokounmpo, que miden como Romay.

- Esos bases de 2,10 ya no me parecen bases, como ya no me parecía Magic Johnson. Era tan bueno que podía hacer que jugaba de base. Pero un base es un jugador que sabe lo que el equipo necesita en cada momento, lo que el entrenador quiere en cada momento, lo que cada compañero precisa en cada momento. Pongo el ejemplo de Campazzo. Es como si el entrenador pudiera irse a tomar un café durante el partido, porque sabe que hay alguien que puede realizar su tarea. Eso es un base.

- Laso ha encontrado el equilibrio entre lo cartesiano y lo creativo.

- Laso es de la generación que es y tiene los tics de esos entrenadores. Muchos de ellos piensan que juegan al ajedrez y que los jugadores son elementos inertes, que ellos mueven con un criterio que emana de la divinidad. No son conscientes de que ellos imaginan partidos. Los juegan los jugadores, como un músico que interpreta una partitura. Pero Laso ha sabido escribir una buena partitura, un baloncesto bonito, agresivo. Recuperó el estilo que siempre tuvo el Real Madrid y por ende la selección nacional de nuestra época. Es su gran valor. Ha sabido dar a sus jugadores ilusión, recursos y libertad dentro de la responsabilidad del grupo. Soy absolutamente "lasista".

- Se va de ese totalitarismo al individualismo extremo de la NBA.

- Antes las estructuras estaban totalmente jerarquizadas. Los líderes eran necesarios. A partir de un determinado momento se aplanaron las estructuras. Ahora el deporte ha vuelto a un modelo en el que el entrenador está por encima de todo. La gente habla del equipo de Obradovic, del equipo de Laso. Los propietarios reales son los jugadores. El arte de un entrenador es conseguir que los jugadores sepan ser responsables.

- El baloncesto antes resultaba más asible: plantillas estables, calendarios sencillos? Se complica la vinculación emocional.

- La entropía dice que el universo siempre va a modelos más complejos. El hombre, como especie, se pasa toda la puñetera vida colocando cosas y el universo se las descoloca mil veces más. La vida te da mucho, pero nada gratis. El deporte se ha convertido en un espectáculo, con figuras multimillonarias, seguidas por millones de personas. Te quita los elementos identificatorios. En la NBA son clientes de un negocio. En Europa, más o menos igual. Una de las virtudes de Laso, y que tuvo previamente la estructura del Barcelona, es fichar buenos nacionales. No tengo nada contra los extranjeros, que han sido fundamentales en el desarrollo del baloncesto español. Pero lo que aglutina y da cercanía es tener gente a la que consideremos de los nuestros.

- ¿Ve posible a corto plazo una Euroliga cuyos equipos españoles no disputen la ACB? ¿O franquicias europeas de la NBA?

-Vamos a eso. Tardará más o menos. Si el baloncesto o el fútbol quieren convertirse en negocios como las grandes ligas americanas, Europa debe hacer una gran competición profesional multinacional. En el caso del baloncesto, Europa puede acabar siendo claramente una conferencia.

- Pero vuelve Mirotic a Europa: ¿Excepción o esperanza?

- ¿Quién nos dice que un gran empresario americano o ruso, o un Amancio Ortega, no construye un gran equipo en Múnich para competir en la NBA? Si cumple las condiciones y el beneficio, sucederá. Es inexorable. Forma parte de la complejidad del mundo. El deporte evoluciona hacia el espectáculo. Nos quita esa parte romántica que conocimos. Nos parece una tragedia, pero nosotros nos vamos a morir. Para las generaciones futuras será algo natural.

- Marc Gasol, segundo campeón español de la NBA. Ha sabido sobrevivir a la sombra de su hermano.

- La gente que hace lo que debe, en función de sus capacidades, se apunta el tanto. No es ni un mérito ni un demérito. Es cierto que estadísticamente es difícil que aparezca otro hermano del mismo nivel o que un hijo supere a su padre. Hablas del Sabonis actual?

- El padre, rompiendo el tablero en el Torneo de Navidad.

- Aquel Sabonis, sin lesiones, hubiera supuesto un antes y un después incluso en la NBA.

- Esta generación dorada de España se agota. Llega el vértigo de quién los sucederá.

- También después de nuestra generación pasamos 20 años de sequía. Si la vida fuese estable, no sería vida. Todo cambia permanentemente.

- Usted padeció la escuela soviética y la yugoslava, que parecían sacar jugadores sin fin. ¿Los mejores equipos FIBA de la historia?

- Sin ninguna duda. La selección yugoslava era única. Pero se hubiera diluido al abrir las fronteras. Los baloncestos estaban cerrados en pequeños cajones. Me gustaba el orden y la severidad de los soviéticos. Parecían esfinges. Y vi el baloncesto alternativo, creativo, irresponsable, provocador, que era el yugoslavo. Lejos de ser víctimas, nos beneficiamos de ellos cuando pudimos salir y disfrutar de sus mismas condiciones. España estuvo encerrada hasta los años setenta.