Llegó a Brasil hace cuatro semanas con toda la delegación albiceleste, se colocó el brazalete de capitán en cuatro partidos y marcó un gol, de penalti ante Paraguay en la segunda jornada... Pero la Copa América aún está esperando una gran noche de Lionel Messi.

El astro del Barcelona todavía no ha regalado la gran actuación que todos los aficionados, argentinos o no, aguardan, y los focos apuntarán a él hoy en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, en el que a las 21.30 horas locales (2.30 hora peninsular española) dará comienzo la semifinal Brasil-Argentina.

El valor de la instancia y la histórica rivalidad futbolística con Brasil se unen en este partido a una estadística no menor: Messi empatará en ese encuentro a Javier Mascherano como el futbolista argentino con más partidos disputados en la Copa América (26).

En esta Copa América, todavía no se ha visto la versión de Messi que todos desean. No estuvo en el mal inicio ante Colombia (0-2), frente a Paraguay fue sujeto por los rivales aunque anotó el penalti (1-1) y en las victorias ante Catar y Venezuela (ambas por 0-2) no fue determinante. Apenas doce remates, cinco de ellos a puerta, y cinco ocasiones generadas para sus compañeros contemplan a Messi. Se viene Brasil, un rival al que esperaba. "Sabíamos que en algún momento nos íbamos a cruzar. Pensábamos que seríamos los primeros del grupo y que nos íbamos por el otro lado, pero bueno se dio de esta manera", ha afirmado.