Claudio Beauvue será probablemente el primero de los descartes de Fran Escribá en abandonar al disciplina del Celta. El delantero antillano, cuyo contrato expira en 2021 pero no entra en los planes del técnico valenciano, negocia estos días una salida pactada de la entidad que preside Carlos Mouriño. El jugador, que en las últimas dos campañas jugó a préstamo en el Leganés y el Caen, de la Ligue 1, se propone conseguir la carta de libertad en los próximos días para no tener que presentarse en la reanudación de los entrenamientos del equipo celeste, programada para el próximo 8 de julio.

Aunque Beauvue costó 7 millones de euros al Celta cuando se incorporó al equipo en el mercado de enero de 2015, su escaso protagonismo en el campo y su elevado salario sugiere que no le será difícil llegar a un acuerdo con el conjunto celeste para la rescisión de su contrato. A las dos partes les conviene una salida pactada: el Celta es consciente de que no va a obtener un gran rendimiento económico por un futbolista que no entra en sus planes y que le sale caro en un momento en el que necesita aligerar carga salarial y el futbolista, que ya no contempla una tercera cesión, necesita minutos para reactivar su carrera después de dos discretas temporadas marcadas por la grave lesión en el tendón de Aquiles que sufrió a los pocos meses de firmar por el Celta y que lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante casi diez meses.

Tan grave contratiempo ha limitado la participación de Beauvue con el Celta a 28 partidos y ha propiciado dos cesiones consecutivas (al Leganés y posteriormente al Caen francés), en las que el delantero nacido en Guadalupe ha alternado la titularidad y la suplencia.