La Copa Vigo pondrá este domingo la guinda al fútbol modesto vigués con los partidos Valladares-Matamá (17:00 horas) por el título femenino y Racing de Castrelos-UVCD Candeán por el masculino (19:30). Desde 2015 en Balaídos, con igual sesión doble, el balompié local no festejaba tan unido el torneo decano de Galicia (de 1933), también referencial en categoría femenina pues será esta su séptima edición.

Valladares y Matamá abrirán la tarde con uno duelo de parroquias que trasciende el título en sí. En el campeonato de Segunda División, blanquiazules y celestes libraron dos duelos muy ajustados, con triunfo del Matamá en Penedo da Moo (1-0) y tablas en A Gándara (1-1) que retrasaron el ascenso de las de Edu González.

Ahora, la situación tiene otros componentes de interés. Será la última vez que ambos equipos salten a un derbi en la misma categoría, pues el Matamá jugará en la nueva Segunda Pro, o lo que es lo mismo en la categoría de plata, mientras el Valladares se mantendrá en la actual Segunda con el Sárdoma, pendiente de adopción de nombre y que será la tercera categoría del fútbol español.

Por el contrario, al Valladares el partido le puede suponer una alegría económica (1.000 euros al equipo campeón), el doblete (Copa Deputación-Copa Vigo), que el Sárdoma conquistó en 2017, y acabar la temporada de dulce. Porque además el equipo que entrena Gabi Couñago ya consiguió para el club los 5.000 euros de premio por el torneo provincial.

El Matamá, por su parte, afronta el choque en cuadro. Edu González ha confirmado cinco lesionadas y una jugadora lejos de Vigo, por lo que Sara Paz, Pau, Anny Durán, Graza y Sara Álvarez se perderán el partido. Couñago cuenta con la duda de Loles, titular, y las bajas de Judith (portera), Nerea y Carmen, además de las lesiones de larga duración de Peque y Raquel y la de la militar Laudith, a la que se espera para la campaña 19/20.

Hay ausencias, pero ambos equipos desean despedir la temporada a lo grande, en un escenario que al Matamá le trae malos recuerdos (derrota en los penaltis el verano pasado contra el Sárdoma) y en el que hace escasas fechas fue apeado en el torneo provincial por el once sardomista. Lo único seguro es que tras El Olivo (vencedor de 2013 a 2016) y el Sárdoma (2017 y 2018), la Copa Vigo estrenará nuevo campeón.

Con entrada gratuita por el patrocinio del Concello, la jornada será la fiesta del fútbol vigués. La categoría masculina reserva otro duelo para enmarcar. El Racing de Castrelos, que rozó el ascenso a Preferente, se planta en el mismo escenario que hace un cuarto de siglo vivió su última final masculina€ y en la que el Racing fue protagonista (3-1 al Sárdoma). Esta vez le espera el UVCD Candeán, que culmina así un año excelente en su Cincuentenario: ha logrado el ascenso a 1ª Autonómica en solo una temporada y defenderá el título de 2018, cuando en O Vao tumbó al Santa Mariña en los penaltis tras igualar en el descuento un partido imposible. En toda su historia el Candeán ha jugado dos finales, estas, mientras que el Racing puede presumir de haber disputado 12+1, pues esta será su decimotercera final€ y ha ganado seis Racing de Castrelos, que ha ganado seis trofeos (1979, 1993, 1994, 1995, 2002 y 2012). Sí, hace 40 años del primer campeonato vigués que levantó, siete del último y solo dos de la última derrota en O Vao contra el Gran Peña.

Elena Casal repite final como en 2015 y Alejandro Veríssimo impartirá justicia en la masculina. Mil euros para el equipo campeón y 500 para el finalista. Pero ser el campeón de Vigo no tiene precio.