El Deportivo y el Mallorca disputan en Riazor la primera entrega de una final contra pronóstico y sin favorito claro que brindará al ganador acompañar al Atlético Osasuna y el Granada en el camino a Primera División. La final que otorga el tercer billete y que tendrá su segunda cita el domingo en Palma puede considerarse inesperada por varios motivos: el Mallorca entró en el playoff en el año de su regreso a Segunda tras un curso en la tercera categoría del fútbol nacional y el Deportivo, que aspiraba a subir directamente, accedió de rebote al playoff.

Para los mallorquines, la temporada ya ha sido un éxito pase lo que pase; para el Deportivo, el ascenso era un objetivo cuando empezó el curso y es, prácticamente, una obligación por su situación económica.

Y es que en juego no solo está competir en la élite, sino tener unos 45 millones de euros más de presupuesto el próximo curso, algo que necesita el Deportivo para seguir afrontando con garantías sus obligaciones de pago.