El Málaga se ahogó en la orilla y entre el guardameta marroquí Munir Mohand, que erró en los dos partidos, ayer en un disparo de Alex Bergantiños, flojo, que se le escapó y, los postes, fulminaron el sueño de ascender ante un Deportivo mantiene su anhelo tras saber jugar sus bazas y rentabilizar el 4-2 conseguido en la ida.

Javi Ontiveros puso las ocasiones, pero se topó con la madera de la meta del cuadro gallego, que aguantó las acometidas malaguistas y ahora aguarda la resolución de la otra eliminatoria entre Albacete y Mallorca para conocer el rival con el que se jugará retornar a la elite.

El Málaga salió en tromba, con todo, sin especular, a encerrar al Deportivo en su área, en busca de la remontada, el 2-0 que le clasificaba, aunque algo impreciso en los metros finales.

El centrocampista Javi Ontiveros, impresionante en Riazor, casi tocó la gloria con un disparo sutil, con el empeine, desde la izquierda y en el lateral del área, que pegó en el poste y, un lanzamiento de falta desde la frontal, que salió fuera.

El asedio local duró 17 minutos. El Deportivo se serenó, pasó lo peor, salió de la cueva y comenzó a mover el balón con destreza, merodeando el área malaguista.

Los minutos transcurrían y el marcador no se movía, aunque el Málaga lo intentaba, con otro lanzamiento, de nuevo de Ontiveros, esta vez al larguero, en el minuto 44, aunque el Deportivo se defendía y controlaba el encuentro con su ventaja.

Los goles no llegaban y no era un buen día para el Málaga en lo ofensivo, que volvió a errar, ahora Harper, solo delante del guardameta Dani Giménez, enviando el balón por encima del larguero. Con el paso del tiempo los andaluces se desesperaron y Bergantiños acabó por marcar en un disparo lejano respondido por un error clamoroso de Munir. La eliminatoria ya estaba sentenciada.