Gracias a un programa de intercambio del IES Auga da Laxe de Gondomar la alemana Julia Walz conoció a la céltica Elena Costas. Gracias a su hospitalidad y su amistad descubrió un auténtico paraíso en Vigo y sus alrededores. Visitó las Cíes, se maravilló con las playas de Nigrán y se fue con una promesa de regreso. Y cumplió. Volvió con sus padres al poco tiempo, para que conocieran de primera mano los paraísos de los que les había hablado. El intercambio no se quedó ahí, porque fue capaz de convencer también a su equipo de atletismo de Nagold (su lugar de procedencia) para pasar una semana en la zona.

Así, desde el distrito de Calw, ubicado en la parte septentrional de las montañas de la Selva Negra, una delegación de atletas alemanes de entre 15 y 19 años y cuatro técnicos se trasladaron a Panxón a principios de semana. El poder de convicción de Julia Walz hizo efecto y por fin puede compartir con sus compañeros el lujo de una sesión de yoga matutina en Playa América o un atardecer en Cíes. Han alquilado un par de furgonetas e incluso se han desplazado hasta Santiago.

"Vine a Galicia hace dos años en un intercambio con Elena (Costas) y me enamoré de Galicia", indica. "Volví en 2018 dos veces y Elena me propuso ir con ella a entrenar con su entrenador, Óscar Fernández, y me recibieron muy bien", cuenta en un español casi perfecto.

Al regresar, le contó la experiencia a su entrenador y ahí nació la idea de este viaje. "Primero lo dijo como una broma, pero un día me lo planteé en serio", dice la joven, que se encargó personalmente de la planificación del viaje, alquiler de apartamento y hasta de programar las excursiones que están realizando estos días. Todo mientras preparaba también la Selectividad. "Le di muchas vueltas y le escribí un mensaje a Óscar, el entrenador de Elena, y le expliqué la idea de ir con mi equipo para enseñarles los sitios que me gustaron tanto y para entrenar con ellos y me dijo que estarían encantados de recibirnos", añade.

La planificación incluye jornadas de hasta tres sesiones diarias, la primera muy temprano, cuando practican yoga en la playa, que es por ahora lo que más les está gustando. "El entrenamiento aquí es diferente porque vivimos en el sur de Alemania y normalmente llueve y hace frío. Allí solo entrenamos en la pista y aquí podemos hacerlo por la mañana en la playa y luego en la pista de Vigo. El mar nos gusta mucho y todo es muy diferente". Walz indica que en su país "la vida es muy estricta, con muchas reglas" y están disfrutando la oportunidad de "descubrir otras culturas y otro estilo de vida". "Aquí la gente parece más alegre", bromea, al tiempo que destaca la hospitalidad con la que han sido recibidos. "Queremos volver, seguro", apunta al indicarque mañana será el día de regreso a casa.

Óscar Fernández ejerce en este caso de anfitrión de un grupo con el que ha compartido algunas sesiones. Hoy, además, algunos de ellos tienen previsto participar en la Serie Municipal en Balaídos y él les ha ayudado a tramitar su inscripción. El técnico ha podido ver de primera mano cómo el grupo aplicaba su modelo de "entrenamiento neuromuscular" y multidisciplinar, algo en lo que considera a los alemanes pioneros. Ellos, por su parte, se han mostrado impactados con el estado del tartán de Balaídos. "Nos sorprendió que hay mucha gente entrenando a todas horas en la pista ya que en Alemania normalmente sólo entrenamos por la tarde y tampoco somos tantos. Además, aunque sea tan vieja, la pista está bien conservada".