La final de Roland Garros entre el austriaco Dominic Thiem y el español Rafa Nadal ha comenzado muy igualada y con puntos largos y disputados, pese a que después el mallorquín ha decantado de su lado el primer set (3-6).

Pero un ejemplo de la dificultad de la final ha sido el punto por la ventaja del tercer juego, un largo peloteo con el balear atacando y Thiem defendiéndose de forma magistral hasta que una gran dejada ha decidido el punto a favor el español.