La primera corona que el Arousa Fútbol 7 otorga en Ribadumia ha sido para el Espanyol de Barcelona al imponerse al Betis en la final disputada en A Senra en medio de un excepcional ambiente de fútbol.

El segundo título para la escuadra perica en la historia del evento se fraguó en dos factores determinantes. La buena actuación de su portero Adriano Torres y la eficacia rematadora.

Después de unos primeros compases con ambos equipos discutiéndose el dominio, no fue hasta mediada la primera parte cuando se produjo el primer movimiento en el marcador. Fue cuando David Escoda recogió un balón en la zona de mediapunta y sacó un excelente zurdazo que se coló por la escuadra de la portería bética.

Con ese 1-0 se llegó al descanso, pero los sevillanos nunca le perdieron la cara al partido, pero sin fortuna. Por si fuera poco, un zurdazo de Manuel García lo repelió el palo y, para mayor desgracia, los barceloneses marcaron en la acción posterior con un disparo raso de Nahum Bardolet.

Aún tuvo tiempo el cuadro verdiblanco para poner en más de un apuro a su rival, pero sin suerte. Un cabezazo de David Cordón se fue al larguero y la figura de Adriano Torres se fue agrandando con el paso de los minutos bajo palos.

Previamente, en semifinales, el conjunto bético eliminó al Celta en la tanda de penaltis mientras que el Espanyol se deshizo del Real Madrid (1-3).