No hay carrera de Mugello, salvo honrosas excepciones, que no se resuelva en la última vuelta y la de 2019 no fue una excepción. las caídas rompieron en varias ocasiones el grupo principal pero los italianos contaban con un "plus especial" por estar en casa, y alguno como Tony Arbolino, con el añadido de buscar inaugurar su casillero de victorias. Lo consiguió, por apenas 29 milésimas de segundo sobre su compatriota Lorenzo dalla Porta.