Un gol de David Soares en los minutos de prolongación supuso la igualada de un Barbadás inferior en la primera mitad pero al que las modificaciones en el descanso hicieron efecto, el suficiente para como premio al esfuerzo dejar abierta la eliminatoria de los terceros clasificados de la Preferente autonómica contra el Viveiro.

Bajo un calor insoportable, a 37 grados, se disputó un partido en el que los lucenses mimaron el balón, buscaron el gol siempre a base de combinaciones. Con todo, una contra en la que Martín Fernández se aturulló pudo haber supuesto el 1-0. Hasta que apareció Vicente al filo del descanso para cabecear un centro lateral desde la banda izquierda.

Manel Vázquez, el entrenador del Barbadás, metió dos cambios en el descanso y el equipo lo agradeció. Con una presión más arriba, con empuje, y con un Viveiro que daba por buena la victoria mínima, los azulones fueron ganando terreno. No crearon ocasiones claras, pero a base de centros, principalmente laterales, fueron metiendo atrás a los visitantes, a los que les costaba salir. En el minuto 92, un centro al área lo ganó Unai, que dejó para que Soares firmase el empate