El exjugador del Valladolid Borja Fernández se encuentra "fuerte y seguro", tras haber pasado dos días "muy duros", desde que fue detenido el martes por su supuesta participación en una trama de amaños y su puesta en libertad con cargos este jueves por el juzgado de Huesca que investiga el caso.

Según fuentes cercanas al jugador declararon a Efe, que está "muy bien", puesto que "cuando alguien sabe que no ha cometido ningún delito, no tiene miedo de lo que pueda pasar y además se trata de una persona cuya honradez e integridad está fuera de duda, lo que ha hecho que todos sus compañeros y la dirección del club estén a su lado".

Uno de esos compañeros, Keko Gontán, declaró por videoconferencia ante el juez para asegurar la inocencia de Borja Fernández y dejar claro que se trata de una persona "totalmente honesta" que jamás se prestaría a colaborar en algo ilegal, lo que "toda la plantilla" del Real Valladolid podría corroborar.

Aunque el juez que lleva el caso en Huesca puede mantener el secreto de sumario durante un mes, dichas fuentes consideran que "en una o dos semanas, como mucho, podría abrirlo", ante la falta de solidez de la acusación sobre el central gallego.

Un futuro que seguirá en los juzgados, pero como demandante, ya que tanto Borja Fernández como, al parecer, el Valladolid, llevarán a cabo diferentes acciones para reparar los daños ocasionados por esta situación, ya que ha existido "una clara manipulación" en algunas informaciones y se han mostrado imágenes de menores, familiares del jugador, añadieron las mismas fuentes. Respecto al hecho de que haya salido en libertad con medidas cautelares, las mismas fuentes lo consideran "lógico", al estar establecido así por ley en su situación.

Al parecer la implicación de Borja Fernández en este caso de blanqueo de capitales, corrupción y pertenencia a organización criminal tiene relación con su amistad con el supuesto cabecilla de la misma, el exjugador del Real Madrid Raúl Bravo, que pretendía encontrar un hueco como entrenador de las categorías inferiores del Real Valladolid.

Por este motivo, Bravo había estado en la capital vallisoletana en varias ocasiones, viendo entrenamientos, y una de las últimas visitas tuvo lugar dos días antes del último encuentro del Real Valladolid ante el Valencia, en el que supuestamente se acordó un amaño, lo que levantó las sospechas de la Policía.