El Mecalia Guardés vuelve a Europa. Por séptima temporada consecutiva las de A Guarda consiguieron asegurar su presencia en los troneos internacional. Tal vez no se le concede la suficiente importancia a este logro, mantenerse siempre en la élite del complicado balonmano femenino nacional donde crecen muchos equipos y se mantienen en lo alto los poderosos Bera Bera y Rocasa. Pero el Mecalia no falla. Ayer se impusieron al Elche en un mano a mano por la tercera plaza liguera. Las de Prades, que pagaron la crisis de hace dos meses, han terminado la temporada mostrando un gran nivel de juego y cumpliendo de forma eficiente. Ganaron con justicia y su defensa acabó por desquiciar a las ilicitanas que se pasaron más de quince minutos sin anotar. Eso les pemitió disfrutar de un plácido final de partido y de centrarse en la celebración y en la despedida de algunas de sus jugadoras más emblemáticas como Estela Doiro, Estela Carrera o Naiara Egozkue que jugaron ayer su último partido con esa camiseta. Unas porque se marchan a otra plaza, otra porque quiere tomarse un descanso tras machacarse el cuerpo en las pistas. Todas querían marcharse con el billete a Europa garantizado. Y así fue. El trabajo bien hecho una vez más, lo que se ha convertido en un clásico en este equipo en los últimos tiempos.

Tras un inicio igualado, la intensidad defensiva de las de José Ignacio Prades se iba a convertir en protagonista, dejando sin ideas al ataque ilicitano y aprovechando sus errores para endosar un parcial de 5-0 (10-4 en el marcador) y adquirir una renta importante en el electrónico. A partir de entonces, y manteniendo su estilo de juego, el Mecalia Atlético Guardés controlaba con eficacia su ventaja ante un Elche Mustang que buscaba la remontada por medio de Jennifer Gutiérrez. Finalmente, y con Carmen Campos, Estela Doiro y Sara Bravo como líderes en ataque, el conjunto gallego se llevaba el triunfo (24-15) y aseguraba la tercera plaza que le permite volver a jugar en Europa.

A partir de ahí el tiempo para la emoción y las despedidas. Se acaba también un pequeño tiempo en el Mecalia Guardés con la salida de algunas jugadoras emblemáticas, pero en A Guarda han demostrado tener capacidad para readaptarse a los tiempos sin acusarlo. La fiesta europea vive instalada en A Sangriña.